Las intensas lluvias que golpearon la región mediterránea de España durante la noche del martes han dejado una trágica estela de destrucción, con un saldo de 72 personas fallecidas y al menos seis desaparecidos en las provincias de Albacete y Valencia. Las inundaciones y el desbordamiento de varios ríos, impulsados por el fenómeno meteorológico conocido como DANA, han afectado gravemente a varias comunidades y tienen a miles de conductores atrapados en autopistas como la A-3 y la A-7.
El impacto ha sido especialmente severo en la Comunidad Valenciana, donde se reportaron 70 de los fallecimientos, mientras que en Castilla-La Mancha se confirmaron dos muertes adicionales, una en Cuenca y otra en Albacete. En medio de la catástrofe, se han registrado al menos seis personas desaparecidas, cinco de ellas en municipios de Albacete y una en L’Alcudia, Valencia.
La Unidad Militar de Emergencias (UME), junto con la Policía local, Policía Nacional, Guardia Civil y bomberos, se encuentran trabajando intensamente para rescatar a cientos de personas atrapadas en sus vehículos o en zonas urbanas afectadas. Las autoridades han desplegado recursos y equipos de salvamento a lo largo de los puntos más críticos, en un esfuerzo por minimizar el impacto de este devastador evento climático.
Ante la gravedad de la situación, el martes a las 10:11 p.m. se emitió una alerta en la Comunidad Valenciana, recomendando a los ciudadanos permanecer en sus hogares y, a quienes se encuentran cerca de ríos o zonas vulnerables, buscar áreas elevadas. Esta advertencia también ha generado un incremento en la actividad en redes sociales, donde ciudadanos desesperados buscan ayuda e informan sobre sus ubicaciones. Las autoridades han aconsejado a la población conservar la batería de sus teléfonos móviles para facilitar la localización en caso de emergencia.
Las fuertes precipitaciones han dejado a muchas personas atrapadas en diversas localidades y zonas comerciales. En Aldaya, el centro comercial Bonaire se convirtió en un refugio temporal para numerosos trabajadores y ciudadanos que no pudieron abandonar el lugar a tiempo. Además, un equipo de televisión pública de Valencia quedó varado en Riba-roja mientras cubría los acontecimientos, poniendo en evidencia la magnitud de los problemas de movilidad.
Esta situación sigue siendo crítica, con equipos de rescate trabajando sin descanso en labores de evacuación y rescate. La población se encuentra en estado de alerta, en espera de que las condiciones climáticas mejoren y permitan avanzar en el restablecimiento de la normalidad en las áreas afectadas.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com