viernes 22 de noviembre de 2024 05:03 am
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Santo Domingo.- Como si se tratará de un cuento que solo escuchas en Halloween, el italiano Michael Sosa tenía todo calculado, rentó un apartamento el pasado 20 de diciembre en el exclusivo sector de Piantini a través de la plataforma Airbnb para ocuparlo hasta el 23 de diciembre.

Michael Sosa mató de un disparo en el corazón a la joven venezolana Yenny Carolina Pérez Canela y guardó  la cabeza en el refrigerador al descuartizarla cortándole las piernas, el dorso, los brazos y meter esas partes en maletas y bultos que había llevado previamente al apartamento donde ocurrieron los hechos.

El imputado llegó al lugar a las 11:51 de la noche con una mochila, unas bolsas de supermercado, una bolsa de regalo y una maleta color negro.

A las 12:17 de la medianoche del 21 de diciembre llegó la víctima conducida por su taxista de confianza, Manuel Antonio Rosario Santana, a quien le pidió que retornara a buscarla a eso de las 4:00 de la madrugada.

Así consta en la solicitud de medida de coerción del Ministerio Público,  que relata además, que  el taxista que fue a buscar a la joven víctima fue clave para descubrir rápidamente el «horrendo crimen»,  ya que éste se mantuvo en comunicación con  Pérez Canela desde las cuatro de la madrugada hasta que el imputado la mató.

Cuando llegó a buscarle le escribió a su celular y esta le pidió que le esperara unos 30 minutos más, pero a las 4:20 ella le envió un audio de voz para decirle que le esperara un poco más porque el italiano quería dar una bailadita y subsiguiente le mandó otro audio diciéndole que el imputado “estaba endrogaísimo”.

Luego la víctima le envió otro mensaje preguntándole que al edificio iba un “chamo que era como chismoso”. “El chamo que viene es pareja de alguien que me conoce y son como chismosos, pero como no estoy en bajar”.

Cuando esa persona llegó al edificio entonces el taxista le escribe a Pérez Canelo, pero en esta oportunidad la llamó y no le responde, se mantuvo llamándola y escribiéndole como hasta las 6:10 de la mañana, pero no respondió.

A la 1:40 de la tarde del mismo día el taxista contacta a Yeisy Carolina Quinto Canelo, hermana de la víctima, y le comunica su preocupación por no haberse podido volver a comunicar con Yenny Carolina. La joven logra conseguir el teléfono del imputado y éste le dice que no había visto a su hermana y es ahí cuando decide ir junto al taxista de confianza al apartamento con un agente policial amigo que encuentra al imputado saliendo del apartamento de forma sospechosa y abajo un motorista que lo estaba esperando.

El empleado de la recepción del edificio le mostró al agente policial la cámara de seguridad y comprobaron que efectivamente el imputado y la víctima sí habían entrado, por lo que éste pidió refuerzos y le pidieron a Michael Sosa, que le mostrara el apartamento. Al entrar vieron manchas de sangre en varias paredes.

En una de las habitaciones hallaron un torso femenino que de inmediato fue identificado por Yeisy como el de su hermana Yenny.

Cuando llegó el Ministerio Público y más refuerzos policiales procedieron a revisar el apartamento, encontraron la cabeza y parte de los muslos de la víctima en el refrigerador, en un bulto negro los pies y en una maleta el torso, además de tres cuchillos, una pistola y un silenciador.

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