El domingo 27 de octubre, ataques israelíes en tres localidades del sur de Líbano dejaron al menos 21 personas fallecidas, según informó el Ministerio de Salud libanés. Entre las víctimas se encuentran una enfermera y tres personas que se encontraban en las inmediaciones del ataque en Ain Baal, un centro de salud que sufrió un bombardeo devastador, causando la muerte de siete personas, incluyendo tres paramédicos.
Ain Baal ha sido blanco de ataques recurrentes, y su proximidad a Tiro, una ciudad en el sur de Líbano, la convierte en un área especialmente vulnerable. Desde el inicio del conflicto entre Israel y el Líbano hace poco más de un año, la cifra de paramédicos fallecidos ha ascendido a 168, con un total de 275 heridos registrados. Además, desde octubre del año pasado, los ataques han dejado más de 2,600 víctimas mortales, con la mayoría de estos decesos ocurriendo tras la intensificación de la ofensiva israelí el pasado 23 de septiembre, cuando inició una escalada de violencia y una invasión terrestre en el sur del país.
El ministerio libanés ha señalado que estos ataques representan un “crimen de guerra continuado” y ha instado a la comunidad internacional a intervenir para frenar las hostilidades. La organización Al Risala, afiliada al movimiento chií Amal, también condenó los ataques, subrayando la necesidad de una respuesta global para proteger a los civiles y poner fin a la crisis humanitaria en curso en la región.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
