lunes 25 de noviembre de 2024 06:10 am
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El mandatario municipal cierra el 2023 enfrentando acusaciones que podrían complicar su ruta a un segundo periodo en el cargo. Algunos líderes electos hispanos son sus más acérrimos críticos. Otros aseguran que está “leyendo muy bien” las encuestas de los neoyorquinos.

El alcalde de la Ciudad Nueva York, Eric Adams, terminó un año de fuertes turbulencias: Un índice de aprobación perfilado como “muy bajo” por un par de encuestas, una investigación federal por supuestamente haber recibido donaciones ilegales durante su campaña de 2021, una acusación de agresión sexual y anuncios de recortes presupuestarios.

Todo este escenario, tiene un telón de fondo, que además lo ha confrontado, por lo menos ante los micrófonos, con la Administración de Joe Biden: La crisis causada por más de 160,000 migrantes quienes desde la primavera de 2022, han llegado a la Gran Manzana solicitando albergue y ayudas sociales.

En este “campo minado” de dificultades, el ala “más izquierdista” de sus compañeros del partido demócrata, denominados como “progresistas”, siguen “sacando la silla” al mandatario, quien cerró un 2023 con un camino complicado para lo que debería ser su reelección natural. Una consulta programada constitucionalmente para el 2025.

Hispanos suenan como “aspirantes”

Y allí, en esa lista de eventuales contrincantes de Adams en las internas demócratas aparecen, sin abiertamente haberlo confirmado, los nombres de la senadora estatal de Queens, Jessica Ramos, de origen colombiano y de forma más tímida el actual presidente del condado de Brooklyn, Antonio Reynoso, de familia dominicana.

Ambas figuras, están en las filas de los más críticos al mandatario, identificados políticamente con profundas raíces progresistas.

Es decir, se trata de la tendencia política que apunta a que la Gran Manzana debe reforzar su ‘sello de ciudad santuario’ y garantizar más y más recursos para los inmigrantes recién llegados.

Además, están en la orilla ideológica de quienes creen en la reducción del poderío del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) para dirigirlo a programas sociales. Y son fervientes creyentes del aumento de los impuestos a los ricos, para subsidiar las necesidades de los más pobres.

Tanto Ramos como Reynoso, han criticado severamente que el mandatario municipal haya puesto límites a la estadía de los inmigrantes recién llegados en los refugios. Y más aún, que justifique los recortes presupuestarios del 5% a varios servicios de la Ciudad, por la emergencia de cubrir los costos de alojamiento, alimentos, salud y educación de los solicitantes de asilo.

“Es obvio que este alcalde no está dando la talla. Y debemos ir pensando en cambiarlo. Es inhumano que utilice a los inmigrantes como una excusa para hacer unos recortes que matemáticamente no son necesarios”, dijo a El Diario la senadora Ramos, al participar el pasado noviembre en una protesta en donde líderes sindicales y legisladores demócratas argumentaron que no había ninguna justificación económica para cortar ayuda a los recién llegados, pero tampoco para sacrificar servicios fundamentales para los neoyorquinos.

La lectura de Adams

Cuando Adams fue elegido hace dos años, las principales preocupaciones de los neoyorquinos eran la elevada ola de criminalidad y la recuperación económica de una ciudad que fue devastada por la pandemia.

Lo que no estaba en ninguna cuenta, era el arribo de miles y miles de inmigrantes, que llegaron en masa solicitando albergue, bajo el amparo de una norma local de ‘derecho a la vivienda’, que obliga a la Alcaldía a garantizar una cama a quien lo solicite.

Este último hecho, sin antecedentes, en una megalópolis caracterizada por ser un refugio de inmigrantes, es en este momento el mayor foco de preocupación de los electores neoyorquinos. Las mismas encuestas que perfilan la baja aprobación al mandatario municipal, también cuestionan que el dinero de los contribuyentes sea dirigido para cubrir las necesidades de esta ola de personas de forma ilimitada.

Para algunos analistas demócratas y republicanos, Adams está “leyendo perfectamente” este momento. Incluso, bajo el foco de algunas acusaciones, todas negadas por el alcalde, algunos miembros de su partido han asomado la renuncia, como el destino inmediato del segundo afroamericano que gobierna la Gran Manzana en su historia.

En el último trimestre de 2023 y a 24 meses de las elecciones generales municipales, empezaron a aparecer nombres de sus eventuales sustitutos, tanto para una peleada elección primaria demócrata, o en el extremo de cubrir la vacante, si tuviera que abandonar el cargo.

Por ello, desde el pasado verano, cambió los gestos de bienvenida a los inmigrantes que cruzan la frontera sur y anunció acciones pragmáticas, poniendo límites con un mensaje que se resume desde varias tangentes: “Estamos al límite. No tenemos capacidad de atender a más personas. No es justo que los neoyorquinos paguen las consecuencias de una crisis global. Urgimos ayuda federal”.

Todo este giro en la maniobra del alcalde, para encarar esta crisis, detonó claramente en el momento en que aseguró el pasado mes de septiembre que la crisis migratoria “destruirá” a la ciudad de Nueva York.

“No me despierto todos los días mirando las encuestas. No me despierto todos los días preocupándome por la reelección. Me despierto todos los días pensando que tengo que sacar a la ciudad de esta crisis migratoria o habrá un grave impacto a largo plazo”, destacó el alcalde en su primera rueda de medios luego de la Navidad.

“Vamos a detener esto”

El alcalde ha subrayado en las últimas semanas, la recuperación de la vitalidad económica de la ciudad de Nueva York. Asegura que sus acciones han traído de vuelta a millones de puestos de empleos y particularmente ha reducido la incidencia de crímenes graves y las balaceras.

“Espero seguir reduciendo la delincuencia. Ese es el tema número uno que traté. El requisito previo para la prosperidad es la seguridad pública. Espero continuar recuperando nuestra economía. Y asegurarme que podamos detener el hecho que entre 4,000 y 2,500 inmigrantes por semana, vengan a nuestra ciudad, pidiendo albergue y servicios básicos”, aseveró el alcalde.

El alcalde cierra este año ponderando públicamente que las opiniones de los neoyorquinos podrían estar divididas en muchos temas. Pero no duda en que la gran mayoría “están unidos” de manera demoledora, en la idea de que no deben seguir pagando las consecuencias del impacto económico que significa la crisis de migrantes en la frontera sur.

“Estoy muy contento de que ahora tengamos un coro de otras ciudades, que se están uniendo a nosotros. En abril del año pasado, estaba solo en este tema. Ahora estoy viendo que muchos se acercan y dicen: ‘Tienes razón‘”.

Ante la marejada de encuestas en contra de Adams, el portavoz del alcalde Fabien Levy espeta que muchos aspirantes a candidatos “difunden narrativas falsas”, aunque no estarán en ninguna boleta electoral.

“El crimen ha disminuido, los empleos han aumentado y seguimos llevando miles de millones de dólares a los bolsillos de los trabajadores”, dijo Levy a medios locales.

Otros portavoces del equipo de Adams comparten con El Diario que de acuerdo con sus consultas y análisis, si algún grupo étnico es absolutamente crítico al arribo de inmigrantes, que llegan en masa solicitando albergue, son precisamente varias generaciones de hispanos, que por décadas han construido esta ciudad y son trabajadores esenciales.

“Nuestra Administración ha dado ejemplo de cómo manejar esta crisis con humanidad. Pero desde el principio se advirtió los riesgos presupuestarios que significaba que esta avalancha de inmigrantes continuara. No es una postura antiinmigrante, como nos acusan algunos políticos con aspiraciones. Es una realidad presupuestaria y de espacio. Quienes critican nunca han planteado ir juntos a Washington a buscar soluciones. Y creo que no están escuchando a los contribuyentes y electores”, dijo una fuente.

Los nombres que suenan:

Otros políticos cuyos nombres se han mencionado para enfrentar a Adams en las primarias de 2025 incluyen al actual Defensor del Pueblo, Jumanee Williams y Brad Lander, contralor de NYC. Ambos de tendencia progresista. La concejal Diana Ayala también ha asomado intenciones de correr en cualquier interna.

Kathryn García, quien quedó en segundo lugar en la clasificación por detrás de Adams en las primarias 2021, también estaría considerando competir. Ahora forma parte del equipo de la gobernadora Kathy Hochul.

El senador estatal de Brooklyn, Zellnor Y. Myrie también ha figurado en la lista de medios locales como un eventual contrincante del actual mandatario municipal.

El nombre del exgobernador Andrew Cuomo también aparece en algunas encuestas demócratas, como sustituto del actual alcalde neoyorquino, en el caso hipotético que tuviera que renunciar.

Por Fernando Martínez

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