382 «pistolas fantasma» han sido decomisadas este año en NYC, usadas en delitos varios. Cuando el sospechoso de matar a Brian Thompson fue detenido tenía una.
Casi 400 “pistolas fantasma” han sido decomisadas este año en la ciudad de Nueva York, usadas en más delitos de todo tipo, incluido posiblemente el homicidio del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, baleado el miércoles 4 de diciembre cuando caminaba frente al Hilton Midtown Manhattan, y del que ha sido acusado el sospechoso Luigi Mangione, graduado Ivy League.
Las llamadas “pistolas fantasma” se han convertido en un problema creciente para la policía de la ciudad de Nueva York (NYPD), que recuperó 150 en el año 2020 y 382 en 2024 hasta principios de diciembre. Eso es un aumento de 154%.
Las armas “fantasma” son llamadas así porque carecen de serial para ser rastreadas y suelen ser de fabricación casera. En 2022 NYPD incautó más de 430 armas fantasma, 24 veces más de las decomisadas en 2017, según la alcaldía.
Las piezas se pueden comprar en línea, se ensamblan en cuestión de minutos y, a diferencia de otras armas, no tienen número de serie, por lo que son prácticamente imposibles de rastrear. Disparan como las armas de fuego tradicionales, utilizando las mismas balas, pero se fabrican y venden de manera ilegal, destacó ABC News.
Las “pistolas fantasma” se pueden comprar ya armadas, fabricarse en una impresora 3D y ensamblar, o comprar paquetes en línea. “Algunos de los kits vienen con todo lo necesario para construirla en cuestión de 20 ó 30 minutos con muy pocas herramientas”, comentó Daryl McCormick, agente federal de la ATF (Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos).
Cuando Mangione, de 26 años, fue detenido en un restaurante McDonald’s en Pensilvania el 9 de diciembre tenía un arma fantasma en su poder. “Puede haber sido fabricada en una impresora 3D, con capacidad de disparar una bala de nueve milímetros”, dijo entonces el jefe de detectives de NYPD, Joseph Kenny. “Obviamente, eso saldrá a la luz durante nuestras pruebas balísticas”.
La violencia armada es constante en Nueva York y algunas víctimas son alcanzadas al azar en calles, escuelas, el transporte público y negocios. Los enfrentamientos suelen estar vinculados con batallas entre pandilleros por el territorio y los sospechosos a veces se incriminan al alardear y publicar sobre sus crímenes en las redes sociales.
La madrugada del domingo un joven conductor de 25 años recibió un disparo en el cuello cuando balas perdidas atravesaron la ventana de un autobús de la MTA que estaba circulando lleno de pasajeros en Brooklyn.
A principios de este mes una ofensiva contra la violencia de pandillas llevó al arresto de 11 personas que fueron acusadas durante una redada en Queens (NYC). En un caso similar, el mes pasado 30 miembros de pandillas fueron detenidos y acusados en relación con 18 balaceras en las que murieron siete personas en el Alto Manhattan (NYC), incluidas cuatro víctimas inocentes que no eran los objetivos previstos.