Pandilleros de la MS-13 acusados de crímenes violentos en Long Island enfrentan severas penas
El Fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, calificó a los miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) como individuos que han demostrado un “total desprecio por la vida humana”, después de que siete miembros de esta violenta pandilla fueran acusados por crímenes graves, incluidos dos asesinatos, intentos de asesinato y tráfico de drogas en el condado de Nassau, Long Island, Nueva York. La acusación, que fue revelada esta semana por el Departamento de Justicia, es parte de un esfuerzo continuo para reducir la presencia de la MS-13 en esta región y frenar su ola de violencia.
Los acusados enfrentan cargos de crimen organizado y posesión de armas de fuego, delitos que se enmarcan dentro de la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado (RICO, por sus siglas en inglés). Este tipo de acusaciones, según el Departamento de Justicia, busca debilitar las estructuras de estas organizaciones transnacionales al desarticular sus operaciones en suelo estadounidense.
Asesinatos y violencia pandillera
Entre los acusados destacan William Lainez-Duran, conocido como “Chino” y “Spanky”, Elvin Eulises Vasquez-Lopez, alias “Pikachu”, y Jose Omar Yanes-Romero, alias “Iron”. Todos ellos están implicados en el brutal asesinato de Walter Ochoa, quien fue acribillado y apuñalado en julio de 2022 en un parque de Uniondale, Nueva York. Según las autoridades, Ochoa fue atacado por los miembros de la MS-13 tras ser identificado como parte de una pandilla rival, lo que desencadenó su muerte.
Además de los cargos relacionados con este asesinato, otro de los acusados, Jairo Cornejo-Crespin, alias “Flaco”, participó en un intento de asesinato en diciembre de 2023 cerca de la Escuela Secundaria de Hempstead. En este incidente, Cornejo-Crespin disparó cinco veces con una pistola semiautomática a un joven de 18 años a plena luz del día, en una zona concurrida por estudiantes al finalizar las clases. La víctima milagrosamente sobrevivió al ataque.
Tráfico de drogas y represalias violentas
Además de los asesinatos, las autoridades señalan que algunos de los acusados, como Henry Aquino-Hernández, alias “Zancudo”, Lainez-Duran y Yanes-Romero, también están involucrados en una conspiración para asesinar a miembros de pandillas rivales en represalia por la muerte de un compañero días antes del asesinato de Ochoa. Esta escalada de violencia pandillera en Long Island ha sido alimentada por el tráfico de cocaína y marihuana, cuyos beneficios han permitido a la MS-13 financiar sus operaciones, adquirir armas y enviar dinero a sus líderes en Centroamérica, según el FBI.
El tráfico de drogas no solo sirve para fortalecer a la pandilla en términos financieros, sino que también ha sido un motor para la expansión de su influencia territorial en Long Island, donde la violencia ha afectado a comunidades enteras, muchas de las cuales viven atemorizadas por la brutalidad con la que operan estos criminales. Desde 2010, más de 70 miembros de la MS-13 han sido procesados por asesinatos en esta región.
Impacto en la comunidad y posibles condenas
El fiscal Peace destacó en su comunicado el impacto devastador que los crímenes de la MS-13 han tenido en Long Island, afirmando que “los cargos en la acusación, que incluyen asesinato, conspiración para cometer asesinato y tráfico de drogas, demuestran la brutalidad de estos pandilleros”. Las posibles penas a las que se enfrentan los acusados son extremadamente severas. Algunos, como Lainez-Duran, Aquino-Hernández, Yanes-Romero y Gerson Hernández, podrían ser sentenciados a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte si son hallados culpables de los cargos más graves.
Otros acusados, como Henry Canales, alias “Thunder”, y Elvin Eulises Vasquez-Lopez, alias “Pikachu”, podrían enfrentar sentencias máximas de 55 y 50 años de prisión, respectivamente, dependiendo de la gravedad de los delitos por los que sean condenados.
El esfuerzo conjunto entre las agencias locales y federales ha sido clave para llevar a estos peligrosos pandilleros ante la justicia. La colaboración entre el FBI, la policía local de Nassau, y el Departamento de Justicia ha permitido desarticular varias células de la MS-13 en los últimos años, y este caso es un paso más en la lucha por erradicar la violencia pandillera que ha aterrorizado a las comunidades de Long Island.
El gobierno federal ha intensificado sus esfuerzos para combatir a la MS-13, una pandilla conocida por su extrema violencia y por sus lazos con el crimen organizado internacional. La coordinación entre las agencias de Estados Unidos y los países de Centroamérica, donde la MS-13 tiene su base de operaciones, ha sido fundamental para debilitar sus actividades tanto en el país como en el extranjero.
En el futuro cercano, se espera que los juicios de estos siete pandilleros proporcionen un claro mensaje de que las autoridades no descansarán hasta llevar ante la justicia a aquellos que continúan sembrando el caos y el terror en Long Island.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com