viernes 22 de noviembre de 2024 08:35 am
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Los padres de Marisa, Nancy y John Galloway, presentaron una petición judicial de emergencia alegando que Zachariah Reed huyó a Chicago con su nieta Lili.

La anciana de Manhattan, que mató a la madre de su nieta antes de quitarse la vida, lo hizo como parte de un descabellado y premeditado complot para que su hijo obtuviera la custodia total de la niña de 4 años, indican nuevos documentos judiciales.

Asimismo, el perturbador expediente revela detalles desgarradores de cómo había sido la vida de los padres de la víctima, Marisa Galloway tras el espantoso asesinato-suicidio que se cobró la vida de su hija.

Identificada como Kathleen Leigh, de 65 años, era una exagente de libertad condicional de Chicago y con una enfermedad terminal, baleó mortalmente a su nuera, una maestra de educación especial de 45 años, que compartía custodia con Zachariah Reed, hijo de la autora del crimen, el mes pasado en una calle de Manhattan antes de suicidarse.

Actualmente, los padres de la víctima fatal, Nancy y John Galloway, presentaron una petición judicial de emergencia argumentando que Reed huyó a su “casa multimillonaria” de Chicago con su nieta Lili con la excusa de “lamentar” la muerte de Leigh y ha prohibido a los Galloway cualquier contacto, incluyendo videollamadas, con la menor.

“Está claro que la madre [de Reed] tenía un plan deliberado para matar a Marisa con el fin de obtener la custodia de su hijo”, señalan los documentos judiciales.

“Desafortunadamente, [Reed] ha demostrado una intención absoluta de promover los mismos objetivos de su madre, ya que se ha negado a proporcionarnos cualquier acceso a Lili en casi tres semanas”.

Los abuelos Galloway, que viven en Nueva Jersey, están solicitando a un juez de la Corte Suprema de Manhattan que les transfiera el tiempo de crianza de Marisa, negociado en un acuerdo de custodia de 2022 con Reed, de acuerdo a los documentos legales.

Además, solicita que se obligue a Reed a vivir en la ciudad de Nueva York hasta que Lili cuente con 18 años para que pueda mantener una relación estrecha con sus abuelos y con su media hermana, Mariel, la hija de 1 año que Marisa tuvo con un donante de esperma, dice el expediente.

Actualmente, los Galloway tiene la custodia de Mariel, expresaron las fuentes policiales.

La madre de la víctima, en una declaración jurada desgarradora, dio a conocer la relación de adoración y “práctica” que ella y su esposo tenían con Lili cuando la veían dos o tres veces al mes, frecuentemente durante varias noches a la vez, cuando su hija llevaba a las niñas a su casa en Garden State y cuando visitaban a Marisa y a las infantes en la ciudad.

“Cuando no veíamos a [Lili], hablábamos por FaceTime casi todos los días”, escribió Nancy en una declaración jurada.

Los abuelos participaron activamente en la crianza de la menor de 4 años, incluso cambiándole los pañales y alimentándola cuando era una bebé, y mientras crecía, cada uno de ellos tenían actividades especiales que les gustaba compartir con ella, según el expediente.

“Si bien Marisa siempre fue la mejor madre, nos encantaría participar en todos los aspectos del cuidado de un bebé, un niño pequeño y, en última instancia, de la niña que es Lili actualmente”, escribió Nancy.

Nancy indicó que se siente “extrañamente incómoda” por verse obligada a presentar la solicitud, pero le preocupa que Lili se aleje del lado materno de su familia si no dan un paso al frente, informó New York Post.

La abuela reveló la historia de la “tumultuosa relación” de su hija con su yerno desde que ambos se separaron y su “polémica” batalla por la custodia.

Además, aseguró que la pareja terminó antes de que Marisa quedara embarazada, pero dijo que su relación terminó “impulsada por la interferencia de la madre [de Reed]”.

La pareja habían vivido juntos hasta que ella “se vio obligada a mudarse… por [Reed] el 25 de julio de 2021 porque Marisa temía por su seguridad”, dice la declaración jurada.

Finalmente, los padres llegaron a un acuerdo de custodia sobre Lili el 4 de noviembre de 2022, en la que la madre la tendría nueve de cada 14 noches, y las otras noches serían el tiempo de Reed con la niña, según los documentos judiciales.

Galloway y Reed acordaron también que los dos viviría dentro de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York hasta que Lili culminara la escuela secundaria, a menos que los dos acordaran lo contrario o una corte así lo ordenara, asegura el expediente.

El acuerdo de custodia tenía una cláusula que especificaba que los términos de la custodia eran “vinculante” para los patrimonios y los albaceas de Marisa y Reed si algo les ocurriera, explica la demanda.

“El 26 de julio de 2024, todas nuestras vidas cambiaron para siempre”, escribió Nancy desconsolada.

Ese día, Marisa (ex entrenadora voluntaria de atletismo en la Universidad de Fordham y miembro de la junta directiva del Central Park Track Club) hizo maletas y subió a Mariel a su Honda Civic para pasar cinco noches con sus padres en Nueva Jersey. Iba a recoger a Lili de la casa de su padre antes de salir de la ciudad, dicen los documentos judiciales.

Pero la abuela asesina, Leigh, se acercó a Marisa mientras ella estaba cargando algo en el maletero y le disparó en la nuca una vez y otra vez en la espalda antes de quitarse la vida.

Leigh había estado enferma terminal de cáncer y había estado viviendo con su hijo en su apartamento de East 79th Street, donde Lili también se quedaría por un tiempo de visita de Reed.

Antes del horrible crimen, Leigh escribió una carta de siete páginas “para la policía” en la que describía cómo sentía que Marisa estaba tratando de alejar a Lili de su papá y decía que sospechaba que su nuera abusaba de su nieta, pese a que los servicios infantiles habían absuelto a la madre de dos averiguaciones empezadas por Reed y los relatos de amigos y familiares de que Marisa no era más que una madre cariñosa.

“Se llevó a la madre del niño para hacer feliz a su hijo… es impactante”, dijo una fuente policial sobre Leigh justo después del asesinato-suicidio. “He visto mucha mier**, pero esto es una mier** bíblica”.

La madre de la mujer asesinada dijo en los documentos judiciales que ella y su marido le han pedido a Reed “numerosas” veces desde el horror que hable con Lili, ya que se encuentran preocupados por cómo está ella luego de la pérdida de su madre y por la preocupación de que las hermanas necesitan consolarse entre sí, pero el padre ni siquiera les ha dejado verla ni en videollamadas.

“No tenemos idea de cómo está [Lili], ni siquiera de lo que [Reed] le ha contado a Lili sobre su madre”, mencionan los documentos judiciales. “Esto es más que inaceptable y debe ser corregido de inmediato”.

Los abuelos dicen que están comprometidos seguirán en el apartamento de Marisa en East 86th Street en las visitas de Lili entre semana. También exige que la hermana mayor tenga videollamadas con su hermana pequeña, Mariel.

Por Marlyn Montilla

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