viernes 22 de noviembre de 2024 10:11 am
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La nueva variante, conocida como “Pirola”, es casi seguro que ya esté circulando en la Gran Manzana, y aunque no se cree que sean más grave que otras cepas anteriores, urgen a no bajar la guardia, especialmente entre neoyorquinos más vulnerables que son mayores, discapacitados o tienen condiciones de salud preexistentes.

El auge de la nueva variante COVID, BA.2.86, conocida como “Pirola” y el aumento de hospitalizaciones relacionadas con el virus en diferentes partes del estado de Nueva York han hecho sonar las alarmas, por lo que las autoridades de salud emitieron un llamado a redoblar precauciones para que los neoyorquinos se mantengan sanos.

Y es que a pesar de que no se tienen muchos datos sobre el efecto que la nueva cepa de Omicron pudiera estar teniendo en Nueva York, el incremento en hospitalizaciones, que aunque siguen
siendo bajas, se duplicaron durante el último mes, hacen necesario no bajar la guardia.

Así lo mencionó el Comisionado de Salud de la Gran Manzana, Ashwin Vasan, quien pidió especialmente tener cuidado con los adultos mayores, y que no se ignore la alerta, pues la variante BA.2.86 se ha descubierto en varia spartes de Estados Unidos y recientemente en aguas residuales de Nueva York.

“Aunque todavía no la hemos encontrado en un espécimen de un residente local, es casi seguro que está circulando por aquí”, dijo Vasan, quien pidió no descuidar precacuciones básicas como
las dosis de vacunación contra el COVID, que sin embargo pudieran no dar plena protección.

“Aunque las personas vacunadas siguen estando protegidas contra enfermedades graves, esta variante puede tener más probabilidades de evadir la inmunidad desarrollada por la vacunación o la infección previa que las variantes anteriores. Pero actualmente no hay indicios de que cause una enfermedad más grave”, recalcó el experto médico. “A medida que aumentan los casos, las precauciones son cada vez más importantes, especialmente para nuestros neoyorquinos más vulnerables que son mayores, discapacitados o tienen condiciones de salud preexistentes”.

El Comisionado de Salud neoyorquino de paso recomendó el uso de mascarillas, al igual que la realización de pruebas y quedarse en casa cuando alguien se sienta enfermo.

“Los anticuerpos de la vacunación y la infección previa seguirán proporcionando cierta protección, al igual que los tratamientos antivirales disponibles como el Paxlovid, que sigue siendo eficaz contra todas las cepas circulantes del COVID-19”, manifestó el funcionario, quien informó que se espera que en las próximas semanas esté disponible una vacuna contra el COVID-19 actualizada.

“Los estudios aún están evaluando la eficacia de la nueva dosis de refuerzo contra la variante BA.2.86, pero los indicadores sugieren que será eficaz para prevenir enfermedades graves y la muerte. Por eso es especialmente importante que los neoyorquinos más vulnerables reciban la nueva dosis de refuerzo cuando esté disponible”, señaló Vasan.

La Gobernadora, Kathy Hochul, se sumó al llamado y pidió a los neoyorquinos que se mantengan atentos a su salud y se adopten “precauciones apropiadas” para evitar contagiarse de COVID y propagarlo a otros, al tiempo que aseguró que habrá mascarillas N-95 de alta calidad disponibles.

“Con el aumento de hospitalizaciones y casos reportados este verano, insto encarecidamente a todos a tomar las precauciones adecuadas para protegerse a sí mismos y a sus comunidades. Para mantener seguros a los neoyorquinos, mi administración continuará monitoreando esta situación, compartirá información sobre los nuevos refuerzos tan pronto como esté disponible y continuará poniendo a disposición máscaras N-95 en todo el estado”, dijo la mandataria.

Hochul hizo mención también a las escuelas y pidió que a fin de mantener sanos a los niños, se sigan las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se promuevan las vacunas y las pruebas de detección, al igual que mejorar la ventilación y la calidad del aire interior.

El Dr. James McDonald, comisionado de salud estatal, dijo que el Departamento de Salud permanecerá atento a los cambios en el virus con un enfoque particular en BA.2.86, la más Cepa genéticamente diferente que hayan visto desde la variante Omicron original.

“Es importante tener en cuenta estos cambios significativos, ya que las mutaciones pueden permitir que el virus evada la inmunidad previa. Recuerden que el COVID es ahora una enfermedad tratable y las pruebas son fáciles y altamente precisas. Antivirales como Paxlovid son más eficaces cuando se inician dentro de los cinco días posteriores a la aparición de los síntomas”, dijo el funcionario.

Pedro Frisneda, vocero del Departamento de salud de la Ciudad de Nueva York, confirmó que hasta el momento no se han reportado casos de la nueva variante Pirola en Nueva York y no hay preocupación por un distrito específico, pero insistió en tomar medidas.

“Actualmente no hay indicios de que cause una enfermedad más grave. Seguimos monitoreando esto cuidadosamente, junto con nuestros colegas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. y la Organización Mundial de la Salud”, concluyó al hablar de la gravedad de la variante.

Por  Edwin Martínez

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