El Celta de Vigo ha dado un paso firme y ha decidido poner fin de manera unilateral al contrato del jugador Santi Mina, que aún le restaban dos años de vinculación con el club gallego.
Esta decisión se tomó después de un análisis exhaustivo de las opciones legales disponibles, siguiendo el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el pasado 19 de julio.
La entidad presidida por Carlos Mouriño afirma que cuenta con el decidido respaldo de LaLiga y que mantiene su postura inicial de defender los valores del Celta por encima de todo. La entidad considera que estos valores son parte fundamental de su identidad y que están comprometidos en protegerlos sin importar las consecuencias que esto pueda tener en la planificación deportiva.
El Celta destaca que es un club centenario y que siempre ha demostrado su inquebrantable compromiso con la sociedad. Su historia está marcada por un acto de ejemplar generosidad y la defensa de valores que considera fundamentales.
Santi Mina, tras finalizar su cesión en el Al Shabab de Arabia Saudí, se reincorporó a los entrenamientos del Celta en julio, pero la situación tomó un giro inesperado cuando el TSJA ratificó una sentencia de la Audiencia de Almería que lo condenaba a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual.
El jugador había apelado la sentencia, argumentando que se vulneró su derecho a la tutela judicial efectiva, pero el Tribunal rechazó sus motivos de apelación. La sentencia de la Audiencia de Almería fue considerada imparcial en la valoración de las declaraciones de la víctima y no se encontraron contradicciones relevantes en su testimonio.
El Celta ha tomado una decisión contundente en línea con sus principios y valores, dejando claro su compromiso con la sociedad y su postura ante los acontecimientos recientes. La situación de Santi Mina tendrá un impacto significativo en el club, y será interesante ver cómo esto afecta su planificación deportiva en el futuro cercano.
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