domingo 10 de noviembre de 2024 03:27 am
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El senador estatal George Borrello y el asambleísta Michael Novakhov están empujando en Albany un proyecto de ley que busca evitar que los consumidores de hierba puedan fumarla en la mayoría de espacios públicos, y no tengan las mismas regulaciones del cigarro, que la rigen actualmente.

Han pasado ya dos años desde se aprobó el uso de la marihuana recreacional en todos los rincones del estado de Nueva York, y aunque la pieza de ley ayudó a poner fin a la criminalización que por años sufrieron las comunidades latina y negra que integraban la amplísima mayoría de arrestos y detenciones por consumirla, una queja constante de neoyorquinos de a pie, como la costarricense Sandra San Miguel, es que la Gran Manzana huele mucho a hierba.

La madre de familia, quien lleva más de 20 años viviendo en la ciudad, asegura no ver con buenos ojos que la marihuana se consuma en lugares públicos bajo las mismas reglas del uso del cigarrillo, que rige el uso recreacional de la hierba.

“No es que yo sea mojigata o que no entienda que los tiempos van cambiando, pero no me parece correcto que la gente, especialmente los jóvenes puedan andar fumando marihuana en todas partes, molestando a los demás con el olor y a veces casi enmarihuanándonos a los que no nos gusta eso”, dijo la madre latina. “Pienso que debería haber límites o hacer como hacen en Europa. donde tienen cafés y bares especiales para fumar, o al menos que el trato de la marihuana sea el mismo del licor, no el del cigarrillo. Hay que buscar un balance y principalmente como una manera de educar a los niños”.

Y siguiendo esa percepción, los legisladores republicanos George Borrello, en el Senado y Michael Novakhov, en la Asamblea, están empujando en la Legislatura estatal un proyecto de ley que busca prohibir el consumo de marihuana en sitios públicos, a menos que haya una autorización específica que permita el uso en ciertos lugares.

El senador Borrello manifestó que las normas actuales del uso de la marihuana que permiten fumarla en cualquier lugar donde se permita fumar tabaco, debe ser revisada y cada municipalidad debería tener la libertad de legislar sobre dónde puede usarse y dónde no.

“Desde la promulgación de la Ley de Regulación e Impuestos sobre la Marihuana (MRTA) en 2021, he recibido muchas quejas de electores preocupados por el aumento del consumo público de marihuana Los residentes del estado, incluidos los niños, ahora se ven asaltados regularmente por el olor acre de la marihuana en las aceras públicas, en los estacionamientos y en otros espacios públicos y muchos neoyorquinos no quieren estar expuestos ni a los efectos del humo de la marihuana ni a su olor y no quieren que sus hijos estén expuestos a él”, aseguró el legislador, defendiendo su iniciativa.

El senador republicano, quien además propone crear una multa de $125 por cada infracción sobre uso de marihuana en zonas públicas que eventualmente se consideren prohibidas, advirtió también que poner el consumo de marihuana en la misma línea del consumo de tabaco no es lo más correcto, y recordó que la mayoría de estados que han legalizado la marihuana recreativa, tienen limitaciones sobre su uso en zonas públicas.

Hay un mundo de diferencia entre el consumo de tabaco y el de marihuana, por lo que no es apropiado aplicar las mismas reglas de uso público. La marihuana tiene THC, una potente droga psicoactiva que provoca un subidón y puede provocar un deterioro cognitivo y motor, similar al alcohol. Las personas en esta condición, en las aceras u otros lugares públicos, representan un peligro potencial para ellos mismos o para los demás”, dijo el legislador. “Por eso, las mismas restricciones de consumo público que se aplican al alcohol deberían aplicarse a la marihuana. Esa es la política más responsable… el crecimiento exponencial del consumo público de marihuana desde la aprobación del MRTA ha resultado en un problema significativo de calidad de vida en las ciudades y comunidades de todo el estado. Es nuestro deber abordar este problema y esta propuesta es un primer paso importante”.

Pero no todos comparten la postura de los proponentes del proyecto de ley, y amigos de la marihuana como Isauro Rangel, quien mencionó que ya hay límites sobre sitios públicos donde no se puede fumar marihuana como alrededor de hospitales, escuelas, asilos de ancianos y parques infantiles, asegura que si se limita más el uso público, daría pie a que nuevamente jóvenes latinos y negros puedan ser blanco de vigilancia policial.

La marihuana es incluso menos dañina que el cigarrillo y aunque hay gente a la que no le gusta como huele, ponerle freno otra vez al consumo recreacional, solo volverá a hacer que a uno el NYPD lo persiga y hasta lo arreste por estar fumando. Creo que deberían dejar las cosas como están”, dijo el joven hispano.

El Diario NY contactó a varios senadores y asambleístas, al igual que a organizaciones que abanderaron la lucha por la legalización de la marihuana, y la mayoría prefirió no opinar sobre la iniciativa de limitar su consumo en zonas públicas, afirmando que no conocen la pieza de ley. Uno de ellos, que prefirió no ser mencionado con nombre propio, incluso aseguró que tampoco le ve muchos chances de ser aprobada, debido a que el ala republicana en Albany no tiene el control en las cámaras legislativas.

Por  Edwin Martínez

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