Unas 2 millones de personas se beneficiarán con la legislación ‘Borrón y Cuenta Nueva’.
Nueva York se convirtió en el estado 12 en promulgar la Ley Borrón y Cuenta Nueva (Clean Slate), que sella los registros de antecedentes penales para personas que hayan completado sus condenas, de manera que su historial penal no afecte sus posibilidades de obtener un trabajo o una vivienda y le abre las puertas a una segunda oportunidad para forjarse un futuro mejor.
Se estima que unas dos millones de personas pueden beneficiarse de la nueva ley, firmada este jueves por la gobernadora Kathy Hochul y que entrará en vigor dentro de un año. A partir de esa fecha, la Oficina de Administración Judicial del Estado de Nueva York tendrá hasta tres años para implementar los procesos necesarios para identificar y sellar todos los registros elegibles.
La ley sellará ciertos antecedentes penales luego de la liberación de un individuo de cualquier encarcelamiento: las condenas por delitos menores elegibles se sellarán tres años después de la liberación, y las condenas por delitos graves elegibles se sellarán ocho años después de la liberación, con la condición de que el individuo condenado por el delito no haya cometido un delito adicional en el período intermedio.
Los antecedentes de personas condenadas por delitos sexuales, asesinato u otros delitos graves no relacionados con las drogas no serán sellados.
Al firmar la S.7551A/A.1029C, la gobernadora Hochul indicó que la mejor herramienta para combatir el crimen es un trabajo bien remunerado y por eso apoyó darle a los neoyorquinos que hayan pagado su deuda con la sociedad, un borrón y cuenta nueva.
“Negocié un compromiso que protege la seguridad pública e impulsa las oportunidades económicas, y la Ley de Borrón y Cuenta Nueva finalmente ayudará a los neoyorquinos a acceder a empleos y viviendas, al tiempo que permitirá a la policía, los fiscales y los funcionarios escolares proteger a sus comunidades”, sostuvo la mandataria estatal. “Y mientras nuestro estado enfrenta una escasez de trabajadores, con más de 450,000 puestos vacantes en este momento, esta nueva ley ayudará a las empresas a encontrar más trabajadores que las ayuden a crecer, expandirse y prosperar”.
Tanto el senador estatal Zellnor Myrie como la asambleísta Catalina Cruz, quienes fueron los patrocinadores de la legislación en Albany, se manifestaron agradecidos porque la gobernadora promulgó este proyecto de ley “transformador”.
“No todos los días podemos cambiar nuestras leyes para fortalecer nuestras comunidades, hacer nuestro sistema legal más justo, mejorar la seguridad pública y hacer crecer nuestra economía al mismo tiempo. Pero eso es exactamente lo que Clean Slate hará para los neoyorquinos”, afirmó Myrie. “A los millones de neoyorquinos que serán beneficiados por esta ley, me enorgullece decirles que la espera ha terminado”.
Por su parte, la asambleísta Cruz expresó que estaba profundamente conmovida por este increíble paso en el camino hacia la justicia, la redención y el desarrollo económico.
“Esta ley transformadora busca reparar las consecuencias dañinas de un sistema de justicia penal diseñado para promover la inequidad y la injusticia, incluso una vez que se haya pagado la deuda con la sociedad. Millones de neoyorquinos se han visto agobiados por el peso paralizante de sus convicciones pasadas. Al brindarles a las personas que califican un borrón y cuenta nueva, estamos abriendo las puertas a empleo, educación y vivienda dignos, impulsando así el crecimiento económico y la estabilidad para todos los neoyorquinos”, dijo la legisladora hispana.
También, la líder de la mayoría del Senado estatal, Andrea Stewart-Cousins y el presidente de la Asamblea, Carl Heastie, valoraron que ley ayudará a mitigar el impacto del estigma de haber estado privado de la libertad.
“Clean Slate ofrece una segunda oportunidad genuina a las personas que han pagado completamente su deuda con la sociedad, permitiéndoles reiniciar sus vidas y convertirse en contribuyentes positivos a sus comunidades”, aseveró Stewart-Cousins, mientras que el presidente Heastie fue enfático al afirmar que al promulgar esta ley “daremos a millones de neoyorquinos que cumplieron su condena la oportunidad de comenzar un nuevo capítulo de sus vidas, ayudando a abrir las puertas a oportunidades de vivienda y empleo que antes estaban cerradas para ellos”.
Fuerte respaldo
La Ley Borrón y Cuenta Nueva cuenta con el respaldo de funcionarios electos, empresas grandes como JP Morgan y Microsoft, cámaras de comercio y más.
En comentarios vertidos tras la firma de la legislación, el presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, dijo: “Las segundas oportunidades crean oportunidades para que las personas construyan sus vidas y mejoren su salud financiera y, al mismo tiempo, generen resultados para los empleadores y fortalezcan la economía”.
Utah, Dakota del Sur, Oklahoma, Nueva Jersey, Michigan y Pensilvania son algunos de los estados en los que la ley Clean Slate ya está en vigor.
Un estudio del libertario Cato Institute encontró que tras la aprobación en Michigan de la legislación de eliminación de antecedentes penales, las personas con antecedentes eliminados presentaban un menor riesgo de delincuencia que la población general del estado; El mismo estudio encontró que la tasa de nuevas condenas por delitos violentos era inferior al 1 por ciento.
Tener antecedentes penales puede impedir la plena participación de una persona en sus comunidades después de haber cumplido su condena. Esto es especialmente cierto para las personas de comunidades de color, que han estado representadas de manera desproporcionada en el sistema de justicia penal.
Si bien el estado de Nueva York tiene la tasa de encarcelamiento más baja entre los estados con más de 10 millones de residentes, persisten las disparidades raciales. Los estudios muestran que sin Clean Slate, Nueva York se está perdiendo $12,600 millones en actividad económica anual.
El tema de seguridad pública
La ley también incluye múltiples componentes para proteger la seguridad pública:
Los registros no se sellarán a las autoridades ni al sistema de justicia penal.
Los registros no se sellarán para personas condenadas por delitos sexuales, asesinato, terrorismo doméstico y otros delitos graves de Clase A no relacionados con las drogas, y tampoco se sellarán hasta que se complete la libertad condicional o probatoria y no haya cargos penales en el estado de Nueva York.
El cronómetro se reinicia por completo si se revoca la libertad condicional o si hay una nueva condena.
Los empleadores a los que la ley permite realizar verificaciones de antecedentes penales basadas en huellas dactilares de los solicitantes de empleo continuarán recibiendo esos registros y utilizándolos para determinar si las personas deben ser contratadas.
La información sobre las condenas permanecerá disponible para fines policiales, la contratación de policías y agentes del orden público, la contratación de maestros en escuelas públicas y privadas y la verificación de antecedentes para la compra y/o licencia de armas de fuego.
Por Verónica Romero