Kevin-Prince Boateng y Ronaldinho no se caracterizaron por su apego a las más estrictas reglas del profesionalismo, pero aún así lograron destacarse en grandes equipos. Uno de esos clubes fue el Milan, que los tuvo compartiendo vestuario en la temporada 2010/11.
El alemán de origen ghanés llegaba desde el Portsmouth y el brasileño empezaba su tercera y última temporada en el cuadro rossonero, que disfrutó de su talento tanto como él disfrutó la noche de la ciu
Esta semana, en diálogo con el exfutbolista Rio Ferdinand en el podcast Five, Boateng recordó sus salidas con el nacido en Porto Alegre, que le lleva siete años de edad pero que a los 43 años no pierde el espíritu adolescente para vivir ni para jugar.
Una noche se quedó a dormir en la casa con su esposa, a quien “siempre le decía que iba a jugar al póker” cuando acompañaba a Ronaldinho en sus fiestas, pero justo cuando mejor se estaba portando, una mentira quedó expuesta.
“Mi celular vibró a las 4 de la mañana. Vi que era Ronnie. Mi esposa dijo: ‘¿Qué te pasa? ¡Contestá!’ Pero no quería hacerlo porque pensé que probablemente estuviera de fiesta y tal vez borracho”, explicó el exjugador alemán.
El teléfono volvió a sonar y Boateng tuvo que responder. “Puse el sonido más bajo para que no pudiera oírlo hablar tan alto. Me gritó: ‘¿Dónde estás?’. Se oía música a todo volumen de fondo. ‘En mi cama’, le respondí. ‘Vení. Decile a tu mujer que vas a jugar al póker’, me dijo, y así fue como mi esposa descubrió que le mentía sobre el póker”, concluyó.
dad de Milán.