sábado 23 de noviembre de 2024 23:12 pm
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La iniciativa municipal, disponible desde hace cuatro años para todos aquellos residentes de la Gran Manzana que no puedan pagar un seguro médico o no califiquen, sin importar su estatus migratorio, aumentó su atención a casi 120,000 pacientes, pero la Ciudad busca que nadie en los cinco condados se quede sin acceso a atención de salud.

La pandemia del COVID evidenció en la Gran Manzana el impacto que la falta de acceso a servicios médicos tiene en comunidades de bajos recursos y entre inmigrantes que por mucho tiempo, o incluso nunca en sus vidas en la ciudad de Nueva York, visitaron a un doctor, pues conocer el estado de salud y tomar medidas para hacerle frente a dolencias que puedan existir, es en muchas ocasiones un asunto de vida o muerte.

Así lo define Raúl Velarde, paciente del NYC Health + Hospitals/South Brooklyn Health, quien a sus 73 años, asegura que tener chequeos constantes con su doctora de cabecera, la Doctora Soto, en uno de los 11 hospitales públicos de la Ciudad, no solo le ha permitido mantener controlada su diabetes tipo 2, sino lo ha ayudado a estar saludable.

“En general la atención médica privada es muy costosa y muchas veces uno no encuentra doctores que te hagan sentir que lo que te pasa importa, y no es por alabar, pero puedo decir que sin esta atención que he podido tener en este hospital, o ya me hubiese regresado a mi país, o ya estuviera yo bajo tierra, porque aquí me han atendido de lo mejor; el servicio es lo máximo”, comenta el inmigrante, uno de los casi 120,000 beneficiarios del programa de atención médica NYC Care, que se echó a andar en el 2019 y que busca garantizar servicios gratuitos o a muy bajo costo, ofrecidos por NYC Health + Hospitals a neoyorquinos que no califican o no pueden pagar un seguro médico.

“Yo tengo el NYC Care desde que empezó, y puedo asegurarles que aquí a los doctores no les importa de dónde soy, ni de qué color soy, ni de que religión. Aquí se dedican a curarlo a uno. Yo no tengo documentación y me atienden como un rey”, comenta el padre de familia, quien vive en Nueva York hace 22 años. “Los pagos que hago son mínimos, hasta cierto punto irrisorios, solo $2 dólares por mis tabletas e insulinas, le puedo decir a mi doctora en mi propio idioma lo que siente mi cuerpo y ella me entiende y ella toma medidas”.

Sin embargo, y a pesar de que el programa NYC Care, que atiende a sus pacientes tanto en los 11 hospitales públicos de la ciudad, como en más de 57 clínicas comunitarias en los cinco condados, asegura que el tiempo de espera para recibir citas se ha disminuido, y pueden obtenerse en 14 días, Velarde señala que por lo concurrido que es el lugar al que acude, muchas veces tiene que esperar entre un mes y en ocasiones hasta dos meses para una consulta.

“Siento que la espera de citas ha aumentado un poquito, pero entiendo que es porque hay muchos pacientes. Sin embargo, lo bueno es que dependiendo la molestia que uno tenga, uno puede llamar a la recepcionista, y si es muy serio, ella busca la manera de meterme a una cita más rápido, y si no tengo así todavía la cita, tengo la opción de ir por emergencias”, agrega el mexicano, quien convenció a su esposa de sumarse al programa NYC Care, donde le descubrieron que tenía el colesterol alto y empezaron a tratarla. “Yo le insistí a ella que viniera, porque por meses no había visto a un doctor. Ella tenía temor que nos fueran a cobrar o pasara algo, pero como le digo a hispanos y a no hispanos, si no pueden pagar un seguro, saquen el NYC Care, salva vidas, y no importan los papeles, y no es que Inmigración lo vaya a agarrar a uno en el hospital, pues no andan acá, y lo único que les importa a los doctores es la salud de los individuos y no el estatus. Hay que hacerlo sin ningún miedo”.

El programa NYC Care atendió 1,204,174 citas en el último año fiscal, con una inversión anual de $100 millones y 8,242 médicos, de los cuales 1,642 hablan español.

Y tras revelarse que el número de beneficiarios del programa NYC Care aumentó 5.4% en el último año, pasando de 113,178 pacientes a 119,234, superando la meta de inscripción original de 100,000 miembros, las Administración Municipal, sigue haciendo un llamado a que todos aquellos neoyorquinos que aún no han tramitado la tarjeta de membresía y siguen sin recibir atención médica, lo hagan. La meta es que nadie en la Gran Manzana se quede sin acceso a servicios de salud y tenga la oportunidad de ser atendido con médicos de cabecera y especialistas, y recibir los tratamientos que se requieran.

Así lo afirma el Doctor Jonathan Jiménez, director ejecutivo del programa NYC Care, tras advertir que viniendo de una familia con muchos indocumentados, entiende muy bien las barreras que los bajos ingresos y el miedo de buscar atención, debido a la falta de estatus migratorio, imponen en muchos neoyorquinos, por lo que la iniciativa de asistencia médica es una opción que cambia ese panorama.

Doctor Jonathan Jiménez, director ejecutivo del programa NYC Care/ Foto: Edwin Martinez

“Yo nací en el Hospital Elmhurst, en Queens, como la mayoría de mis primos, y aunque sabíamos que podíamos ir por una emergencia o un embarazo, no era lo mismo para otras dolencias. Mi madre estuvo sin diagnóstico de presión alta y diabetes por más de una década, por no poder visitar a un doctor, y es por eso que queremos que eso no pase con otras personas aquí”, asegura el médico, de origen colombiano. “Para eso existe el NYC Care, un programa con el que estamos diciendo que en la Ciudad de Nueva York hay acceso y derecho a cuidado médico, cuidado primario y preventivo, con costos asequibles o gratis, y hemos visto que la gente ha responido grandemente, y más del 60% nunca habían buscado cuidado de salud antes. Por eso queremos seguir mandando ese mensaje: no importa su estatus migratorio ni su habilidad para pagar, estamos aquí para atenderlos”.

El jefe del NY Care, quien agregó que se estima que el 60% de los beneficiarios del programa son hispanos, reiteró que quienes no tengan papeles no tienen nada que temer, pues la Ciudad “reconoce a los indocumentados como neoyorquinos a los que hay que cuidar” e insistió en que no comparten información con otras instituciones ni organismos federales, como la migra, y los datos son confidenciales.

“Tenemos historias de gente que no había visto a un doctor en dos décadas, cuatro décadas, o nunca, y vieron y escucharon del programa y buscaron la ayuda, y queremos continuar con eso. Hay migrantes que llegan cada año, y queremos tener la capacidad para atenderlos y esperamos que siga aumentando el número de miembros y poder prestar cada vez mejores servicios”, agregó el doctor Jiménez, recalcando que mientras más pronto se haga el diagnóstico en pacientes, más se pueden prevenir efectos de enfermedades que aveces son de largo plazo.

Sobre los migrantes recién llegados, quienes mayormente son solicitantes de asilo, el médico aseguró que aunque pueden inscribirse a seguros médicos, a través de NYC Care los ayudan a hacer sus diligencias para ver si pueden recibir planes de atención médica, de la mano de Metro Plus Health, y si no es el caso, los registran en el programa.

“No queremos que barreras como la falta de acceso a un abogado o problemas legales en su estatus migratorio sean un inconveniente”, comentó el médico, quien dijo que a la par que crece el número de beneficiarios del NYC Care, la Ciudad está invirtiendo otra vez en tener suficientes doctores de cuidado primario, enfermeros, trabajadores sociales, no solo que hablen español, sino otros idiomas. De todos modos, si un paciente no logra una cita con un médico primario, especialista o doctor de salud mental, que hable su idioma, hay servicios de traducción disponibles.

El mensaje insistente de la Ciudad para todos, es que “busquen atención médica sin miedo”. Si alguien no está seguro de si califica o no para un seguro médico, puede solicitar ayuda a través de organizaciones comunitarias, hospitales e incluso vía telefónica llamando al (646) 692-2273 o visitando el sitio web nyc care.nyc.

Y como otra manera de asegurarse de que los neoyorquinos inscritos al NYC Care estén utilizando los servicios ofrecidos y agendando sus citas y visitas al doctor, a través de la Unidad de participación pública de la Alcaldía, se lanzó una campaña para contactar directamente a miles de beneficiarios.

Isolina de la Cruz, directora de Unidad de Participación Pública de la Alcaldía NYC. Foto: Edwin Martinez

“En la Unidad de Participación Pública de la Alcaldía, nos enfocamos en identificar y ejecutar estrategias de alcance efectivas para conectar a neoyorquinos con beneficios que preste la ciudad, y en este momento, tenemos una colaboración con NYC Care, que beneficia a nuestras comunidades, especialmente las comunidades migrantes y de bajos ingresos, que son nuestro enfoque”, aseguró la directora de esa unidad, Isolina de la Cruz. “Tenemos una campaña para conectar a más de 30,000 miembros del NYC Care con cuidado primario, para prevenir servicios de emergencia que salen más costosos. No solo nos enfocamos en que la personas tengan la cobertura sino también en garantizar que sepan cómo usarla para acceder a los servicios”.

Sobre la labor de su oficina, De la Cruz advirtió que se enfocan en tareas de alcance masivo y seguimiento para poder conectar a neoyorquinos no solo con servicios de salud, sino también de beneficios esenciales y recursos.

“Nuestro objetivo es que tengan la información que necesitan y que conozcan sobre los beneficios que están disponibles, sin importar su condición. Nos enfocamos en ayudar a cada neoyorquino a cómo aplicar, sin importar estatus migratorio ni ingresos”, dijo la funcionaria. “La importancia de colaborar entre agencias nos asegura la manera en que administramos los servicios para que sean más eficientes para los neoyorquinos, como el NYC Care de manera más eficiente“.

Por  Edwin Martínez

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