Los bares y restaurantes, los autolavados y los comercios en general, tendrán la oportunidad de corregir algunas infracciones, antes de recibir un castigo económico.
El Concejo Municipal de Nueva York aprobó reducir una serie de multas que por años han sido un “disparo al corazón” para pequeñas empresas.
El proyecto de ley 845 que fue votado este jueves por la Cámara, codifica la orden ejecutiva del alcalde Eric Adams, que reduce las multas a los pequeños emprendimientos comerciales y brinda oportunidades a los dueños de negocios de subsanar las faltas, si es la primera vez que son cometidas.
Esta legislación reduce permanentemente las infracciones, dentro de 20 secciones del Código Administrativo de la Ciudad de Nueva York, que van desde los castigos por hacer funcionar un aire acondicionado mientras una puerta o ventana está abierta, hasta permitir que las empresas de lavado de autos subsanen las fallas de mantenimiento de registros.
En general se modifican alrededor de 30 regulaciones existentes.
La medida favorece fundamentalmente a la industria de los pequeños restaurantes, los cuales todavía están tratando de recuperarse de los cierres por la emergencia de salud pública, causada por la COVID-19. De igual forma, se da un respiro a los autolavados y a los comercios en general.
“Hemos luchado para mantenernos al día con la abundancia de reglas y regulaciones que tratamos de cumplir. A veces, incluso las mejores intenciones, pueden resultar en una multa. Estamos abriendo un camino menos punitivo para las empresas, que constituyen la columna vertebral de la economía de nuestra ciudad”, reaccionó Sandra Jaquez, presidenta de la Asociación de Restaurantes, Bares Latinos del Estado de Nueva York.
Oportunidad de corrección
La nueva norma municipal es valorada por Andrew Rigie, director ejecutivo de la Alianza de Hospitalidad de la ciudad de Nueva York, como el inicio de un entorno regulatorio más justo y de menos castigos financieros a las pequeñas empresas.
“Lo relevante es que se centran actualmente en la educación y las oportunidades de corrección, no en sanciones financieras inmediatas e inapelables”, destacó el líder gremial de los propietarios de bares y restaurantes, quizás una de las industrias más beneficiadas con el nuevo marco regulatorio.
Este anteproyecto fue presentado el año pasado por la concejal Julie Menin, quien ponderó que se dando a las pequeñas empresas, la oportunidad de “curar” la infracción, antes de recibir una multa.
“Estamos permitiendo soluciones y eliminando cargas para las pequeñas empresas. Al mismo tiempo mitigando las multas excesivas y las infracciones injustificadas”, acotó.
Tratando de sobrevivir
Los pequeños comerciantes de la ciudad de Nueva York, como establecen todos los balances, ya antes de la pandemia transitaban por ciertas dificultades. Pero la crisis de salud pública, la inflación, los elevados costos de la electricidad y los cambios de los modelos de negocios, por la irrupción a lo digital, le siguen dando a muchos “estocadas” que podrían ser mortales. En ese litados de dificultades, también se encontraban las multas emitidas por la Ciudad por saltarse alguna regulación.
Ya antes de la aparición de la COVID-19, el 75% de los negocios familiares como salones de belleza y uñas, bodegas, kioskos y restaurantes estaban tratando de sobrevivir. Ahora, los líderes gremiales siguen insistiendo que el camino a la recuperación todavía es largo.
En detalle: ¿Cuáles con los cambios?
Las nuevas reformas afectan a disposiciones existentes en el Departamento de Transporte (DOT), el Departamento de Saneamiento (DSNY), el Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH), el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador (DCWP) y el Departamento de Protección Ambiental (DEP):
● Reducir la primera infracción por hacer funcionar un aire acondicionado mientras una puerta o ventana está abierta en cualquier tipo de comercio.
● Permitir que las empresas de lavado de autos corrijan y subsanen las faltas de mantenimiento de registros por primera vez.
● Reducir a una advertencia la primera infracción por no publicar la señalización requerida que describe los procedimientos de seguridad para bicicletas en el sitio comercial.
● Reducir a una advertencia, la primera multa por no disponer adecuadamente los desechos orgánicos, por parte de establecimientos comerciales.
● Ya no se girarán sanciones económicas a los restaurantes por no publicar un letrero obligatorio que detalle cómo ayudar a una persona que se está asfixiando y, en su lugar, se exigirá al DOHMH que proporcione un letrero de forma gratuita.
Por Fernando Martínez