La tarifa base para tomar un viaje en el sistema de transporte público de la Gran Manzana será de $2,90, lo que se traduce en 15 centavos más de lo cobrado actualmente.
Viajar en el Subway, en el sistema de autobuses y ferrys a Staten Island, para los residentes y visitantes de la Gran Manzana costará en pocas semanas unos centavos más: La Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) votó unánimemente este miércoles por aumentos de tarifas que entrarían en vigencia el próximo 20 agosto.
También se aprobaron alzas en los costos de los peajes de puentes y túneles que se harán efectivos desde el próximo 6 de agosto.
La tarifa base para tomar un viaje en el sistema Subway-Buses de la ciudad de Nueva York, vital para la clase trabajadora, aumentará a $2,90. Lo que se traduce en un aumento de 15 centavos frente a lo que hay que desembolsar actualmente.
Las MetroCards de 7 días para viajes ilimitados aumentarán a $34, un dólar más que el costo actual. Los boletos ilimitados para 30 días se incrementarán a $132.00, frente a los $127 vigentes.
La tarifa base de $2,75 ha estado vigente desde 2015. La última vez que se anunció un alza en los costos del transporte en el sistema del Subway fue en 2019, cuando aumentó el precio de las MetroCards semanales y mensuales ilimitadas.
En un comunicado la MTA calificó este ajuste como “modesto” y subrayó que “se mantendrán todos los descuentos para personas mayores y los programas sociales de tarifas reducidas”.
Un solo boleto de ida y vuelta pasará a costar $3,25, pero también las tarjetas MetroCard Express Bus Plus de 7 días aumentarán de $62 a $64.
Trenes y peajes también en alza
También la agencia de transporte estatal, confirmó el aumento del costo de la mayoría de los boletos de Long Island Rail Road y Metro-North, en un promedio que podría englobarse en un 5.5%. Es decir, este anuncio afecta a quienes deben tomar viajes de forma interestatal o a Long Island desde Penn Station y Grand Central.
En paralelo, continuarán los descuentos de 10% tarifas para los boletos mensuales que debutaron en febrero de 2022. También se congelaron las tarifas para el servicio de las rutas West-of-Hudson de Metro-North, Pascack Valley Line y Port Jervis Line.
Para quienes se mueven en sus propios vehículos, a través de puentes y túneles también sufrirán un alza promedio de 6% en el costo de los peajes. Para los conductores que paguen a través de E-ZPass un 10%. Esta nueva escala en los ‘tolls’ entrará en vigencia desde el próximo 6 de agosto.
Las tarifas de peaje continúan variando según el tipo de vehículo y el puente o túnel cruzado.
Esta medida afectará a los conductores que utilizan los principales cruces de la MTA, los puentes Bronx-Whitestone, Robert F. Kennedy, Throgs Neck y Verrazzano-Narrows y los túneles Hugh L. Carey y Queens Midtown.
De acuerdo con las proyecciones estos cambios tarifarios significarán una recaudación adicional de $300 millones anuales para la MTA, en un momento en el cual los sistemas de transporte de Nueva York tratan de recuperarse todavía de los efectos pandémicos.
“Mejor tarifa” para usuarios de OMNY
La agencia de transporte estatal además puntualizó un nuevo programa de “mejor tarifa” para quienes utilizan el sistema OMNY del Subway. Es decir, quienes pagan con tarjetas de crédito en los puntos del sistema de pago automático “sin contacto”, ya disponibles en todos los torniquetes, y en todas las estaciones.
A diferencia de la MetroCard de 7 días, que requiere un pago inicial de $34, la iniciativa de “mejor tarifa” de OMNY, brindará a los clientes la flexibilidad financiera para pagar sobre la marcha, hasta que hayan gastado $34 en siete días consecutivos. El límite estará vigente hasta el final de los siete días.
Este nuevo plan de límite de tarifas, de acuerdo con la visión de la MTA brindará “la flexibilidad financiera y la conveniencia del pago por uso de OMNY a muchos pasajeros que aún no usan este sistema, en particular a los clientes de pases MetroCard de 7 días”, establece un comunicado.
En un momento complicado
El aumento de las tarifas de movilidad pública, cae en un terreno y en un momento complicado en la ciudad de Nueva York, en donde los residentes han resentido en los últimos meses “golpes” constantes a sus finanzas personales,debido al costo de la renta habitacional, los recibos eléctricos y la inflación en los alimentos básicos.
Pero el anuncio oficial de los ajustes en las Metrocard, además es cuestionado por quienes temen usar el servicio por la secuencia de incidencias violentas que trascienden los titulares cada semana.
Por ejemplo, el dominicano Juan Almanza, residente del Alto Manhattan, confiesa que evita “al máximo” poner un pie en el subterráneo, simplemente porque le da miedo.
“Yo tomo más que todo autobuses. Y trato de mantenerme fuera de peligro. Uno lo que escucha de ese sistema de transporte últimamente son empujones y puñaladas. !Y ahora más caro! De verdad que no observo ningún avance en la calidad de vida de los neoyorquinos”, comentó el jubilado isleño.
La estudiante y trabajadora colombiana Teresa Cifuentes, residente de Astoria, en Queens, no le tomó por sorpresa el nuevo incremento de tarifas, en una economía que califica está castigando cada vez más a quienes “trabajan y producen”.
“Yo invito a evaluar lo que pasa en las noches en el tren 7. Todo es un desastre. Cada vez más lento. Quienes debemos viajar de noche o de madrugadas por trabajo, sabemos que nos toca esperar horas por un tren”, relató la inmigrante.
Por su parte, Danna Dennis, portavoz de Riders Alliance, una organización de defensa de quienes usan el transporte público, estima que se hace urgente que la Ciudad aumente los fondos para los programas de “Tarifas Justas”.
Ante el nuevo aumento, la activista cree imperativo que se cumpla con la mayor cantidad posible de neoyorquinos vulnerables, al extender la elegibilidad de tarifas justas al 200 % del nivel federal de pobreza.
“Los pasajeros esperan que el alcalde invierta los fondos del nuevo programa, de la manera más agresiva posible, para reducir la carga de las tarifas más altas para los neoyorquinos de bajos ingresos que sobreviven por llegar a fin de mes”, concluyó.