60% de los residentes de Nueva York pide un proyecto de ley de reforma migratoria integral que proporcione un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados en todo el país, pero al mismo tiempo 41% apoya ahora el muro fronterizo de Trump, según una reveladora encuesta.
Más de dos a uno (60-28%) de los residentes de Nueva York piden un proyecto de ley de reforma migratoria integral que proporcione un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados en todo Estados Unidos, según la última encuesta del Siena College Research Institute (SCRI).
Pero al mismo tiempo hasta un sorprendente 41% ha subido el número de neoyorquinos que ahora apoya la controversial propuesta de Donald Trump de levantar un muro fronterizo, en medio de la llegada masiva de inmigrantes a la ciudad.
Aunque 50% se opone a esa idea, los números a favor sorprenden considerando que Nueva York es un estado mayoritariamente anti republicano, con una proporción de 7 a 1 a favor del Partido Demócrata en las últimas elecciones. Los votantes independientes parecen estar haciendo la diferencia, sugirió Don Levy”, director de SCRI, en un comunicado.
La encuesta ‘Actitudes hacia los inmigrantes’ publicada esta mañana también concluyó que poco más de la mitad de los residentes encuestados respalda medidas a favor de los inmigrantes, incluido el uso de edificios de propiedad federal como refugios (56%) y pedidos para agilizar los trámites de autorización de trabajo (59%), resumió ABC News.
La polarización ha crecido: 42% opinó que los inmigrantes toman más recursos de los que aportan en la actividad económica, “quieren limosnas (39%), son peligrosos/criminales (31%) y fuente de drogas ilegales (38%). Pero en cada uno de estos casos, más neoyorquinos no están de acuerdo con estas sentencias, en lugar de mantenerlas”, recalcó Levy.
“A pesar de las preocupaciones que algunos neoyorquinos tienen sobre la reciente afluencia de inmigrantes”, 84% opinó que la mayoría quiere construir “una vida mejor para ellos y su familia”, agregó el comunicado.
El sondeo se realizó del 5 al 8 de septiembre, mientras el alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, declarara que la llegada masiva de inmigrantes “destruirá” a la cuidad. Al cierre de la semana, el sábado anunció un recorte escalonado de 15% en el presupuesto de todas las agencias municipales para poder financiar las necesidades de los 110,000 solicitantes de asilo, culpando de nuevo la falta de apoyo del presidente Joe Biden y la gobernadora Kathu Hochul, arreciando la crisis local en el partido azul.
“Los neoyorquinos están enojados y frustrados, y tienen razón en estarlo. Yo también (…) Estas decisiones difíciles son el resultado directo de la inacción en Washington y Albany”, dijo el alcalde en referencia a las sedes de los gobiernos federal y estatal. “Pero la suerte aún no está echada. Aún podemos evitar estos recortes si Washington y Albany hacen su parte pagando lo que les corresponde”, reiteró.
NYC ya supera los 110,000 inmigrantes desde el año pasado, colapsando los refugios y ahora las escuelas públicas.
La gran mayoría (82%) de los neoyorquinos considera como “grave” la oleada masiva migratoria que ha vivido la ciudad desde 2022 y 58% quiere detenerla, según la encuesta previa de SCRI realizada el mes pasado. El mismo sondeo ofreció un descenso en la aprobación de los líderes demócratas en los principales cargos: el presidente Biden y la gobernadora Hochul.
Desde la primavera de 2022 la crisis migratoria en NYC ha generado cientos de titulares, por sus múltiples implicaciones. Una encuesta de fines de enero indicó que la mayoría de los consultados (63%) quería que los miles de solicitantes de asilo que llegaron a la ciudad y coparon los refugios esperasen sus trámites en otras zonas del estado Nueva York. Sólo 31% opinó que había espacio para ellos en NYC.
Es esta ocasión 414 adultos de Nueva York fueron encuestados mediante llamadas telefónicas aleatorias, a través de números fijos y celulares, y otros 386 en un panel en línea exclusivo para votantes registrados en el estado.
La espera por el ansiado estatus legal luce larga para muchas personas: los tribunales de inmigración en el estado Nueva York ya tenían un retraso de 180,000 casos antes de que comenzaran a llegar miles de inmigrantes en 2022.
La política de “derecho al refugio” de la ciudad de Nueva York no aplica a las decenas de miles de solicitantes de asilo que han llegado, afirmó el alcalde a fines de enero. También a principios de 2023 Adams viajó a Washington DC y la frontera en El Paso (Texas) endureciendo su postura sobre inmigración, que había sido de “bienvenida” el año pasado. “No hay más espacio… pero las leyes locales nos obligan aquí a proporcionar refugio y seguir avanzando en la dirección correcta”, afirmó entonces. “Esto ha impactado la calidad de vida en Nueva York“.
Además escribió un artículo de opinión en The Washington Post a mediados de enero pidiendo al presidente Biden que cerrara la frontera sur hasta que las solicitudes de asilo de los inmigrantes pudieran procesarse y proponía una estrategia de “descompresión” para aliviar la crisis y asentar a los inmigrantes.
Adams declaró a Nueva York una “ciudad santuario” el año pasado cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a alejar a miles de inmigrantes de su estado fronterizo en medio de una batalla política nacional entre demócratas y republicanos. Las “ciudades santuario” están diseñadas para proteger a los inmigrantes indocumentados de lo que los gobiernos locales consideran injustos enjuiciamientos y deportaciones federales.
Por Andrés Correa