viernes 8 de noviembre de 2024 15:04 pm
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La misión Quesst de la NASA ha marcado un hito fundamental en su avance con el inicio de las pruebas del motor que impulsará el avión supersónico experimental X-59, diseñado para reducir significativamente el ruido que genera al romper la barrera del sonido. El 30 de octubre comenzaron estas pruebas de encendido del motor, permitiendo al equipo evaluar cómo funcionan todos los sistemas del X-59 cuando el motor opera en conjunto, un paso que representa un gran avance comparado con los ensayos previos que se realizaron utilizando fuentes de energía externas. Estas pruebas de arranque son esenciales para la siguiente fase de desarrollo del X-59, cuyo objetivo final es un vuelo supersónico mucho más silencioso.

El proceso de pruebas está siendo ejecutado de forma escalonada y cuidadosa. En la primera fase, el equipo hizo girar el motor a una velocidad baja, sin encenderlo, para revisar si hay fugas y confirmar que todos los sistemas están en comunicación fluida y funcionando adecuadamente. Luego, el equipo llenó de combustible el avión y procedió a probar el motor a baja potencia, verificando que tanto el motor como los demás sistemas del avión operan sin problemas, asegurándose de que no haya fugas ni fallos cuando el motor está en marcha.

El X-59 es una pieza clave en la misión Quesst de la NASA, cuyo objetivo es reducir el estampido sónico tradicional a un “estampido silencioso” que permita volar a velocidades supersónicas sin el fuerte ruido que suele perturbar a las comunidades en tierra. Este proyecto revolucionario busca recopilar datos sobre cómo perciben las personas este nuevo tipo de sonido, proporcionando información clave a los organismos reguladores para evaluar la posibilidad de eliminar las actuales restricciones que prohíben los vuelos supersónicos comerciales sobre zonas pobladas.

Con la misión de transformar el transporte aéreo supersónico, el X-59 podría marcar un antes y un después en la aviación comercial. La NASA estima que el primer vuelo del X-59 podría realizarse en 2025, un paso que, de concretarse, abriría nuevas posibilidades para el desarrollo de aviones comerciales supersónicos silenciosos que podrían acortar significativamente los tiempos de viaje sin afectar a las comunidades bajo sus rutas de vuelo.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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