La ciudad de Nueva York sigue avanzando en su esfuerzo por ofrecer más espacios para el fútbol, un deporte profundamente arraigado en la cultura hispana. Como resultado de la presión de la comunidad escolar en Washington Heights, se ha destinado una inversión de $1,5 millones para transformar una cancha de balonmano abandonada en la Escuela Pública 28 “Wright Brothers”, ubicada en la calle 155, en un nuevo campo de fútbol. Este espacio estará disponible para las escuelas del Alto Manhattan, fomentando el crecimiento de futuros futbolistas neoyorquinos.
El congresista dominicano Adriano Espaillat destacó que esta iniciativa surgió directamente de los estudiantes, quienes abogaron por la creación de la cancha, lo que refleja un ejemplo de ciudadanía y participación comunitaria. La concejal Carmen de La Rosa, por su parte, elogió el compromiso cívico mostrado por los niños, quienes aprendieron sobre el proceso de asignación de presupuestos y trabajaron en conjunto con los líderes electos para concretar el proyecto.
Este esfuerzo es parte de un movimiento más amplio para ofrecer más instalaciones deportivas en Nueva York, especialmente en comunidades como la hispana, donde el fútbol es un deporte popular pero los espacios para practicarlo son limitados. La última cancha de fútbol pública en el Alto Manhattan fue inaugurada en 2020 en el parque Highbridge, pero la demanda sigue creciendo, y las oportunidades para el fútbol profesional aún son escasas.
A pesar de varios intentos frustrados por construir un estadio de fútbol en la ciudad, el Concejo Municipal aprobó recientemente la construcción de un estadio de 25,000 asientos en Willets Point, Queens, para el New York City Football Club. Este proyecto marca un avance significativo en la expansión del fútbol en la ciudad, lo que refleja el creciente interés y la pasión por este deporte entre los neoyorquinos, particularmente en la comunidad hispana.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com