Jhairo Colón, un maestro de matemáticas en El Bronx, vivió un dramático comienzo del año escolar cuando una bala “perdida” atravesó la ventana de su salón de clases en la secundaria Angelo Patri School, alcanzándolo en la mano. El incidente ocurrió al mediodía del miércoles mientras Colón se preparaba para recibir a sus alumnos en el aula ubicada en el sexto piso. Afortunadamente, no había más personas en el aula en ese momento.
Colón, de 33 años, fue llevado de inmediato al St. Barnabas Hospital, donde recibió siete puntos de sutura en su mano derecha. Debido a las lesiones, no pudo presentarse el jueves, cuando comenzaba oficialmente el año escolar. “Me duele un poco. Arde”, comentó Colón, todavía en estado de incredulidad tras el incidente.
Marleny Colón, esposa del maestro, expresó su preocupación por el impacto emocional que el incidente tuvo en su marido, quien no pudo dormir la primera noche debido al dolor en la mano y la incertidumbre sobre cómo la bala llegó al salón de clases. Según el relato de un cuñado, Colón ni siquiera se percató de que le habían disparado inicialmente.
El subjefe de la Patrulla Municipal de El Bronx, Keiyon Ramsey, indicó que creen que la bala fue disparada desde una distancia considerable y no desde el interior de la escuela, descartando un ataque directo contra el centro educativo.
Hasta el momento, no se han realizado arrestos ni se ha identificado a sospechosos. La policía está pidiendo la colaboración del público para brindar cualquier información relacionada al caso.
La violencia armada es una constante en Nueva York, y este incidente es otro recordatorio de cómo la vida de las personas puede verse afectada al azar por la delincuencia. Casos recientes como la muerte de Miguel Cruz, un padre de 47 años que fue baleado “por error”, y el fallecimiento de Troy Gill, un adolescente de 13 años, ambos en El Bronx, reflejan la preocupante tendencia de enfrentamientos armados vinculados a pandillas.
Por: Francisco Núñez
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