En medio de muchas controversias y críticas, el gobierno municipal terminó un contrato multimillonario con una empresa que ofrecía servicios en los refugios.
Fue exactamente hace dos años, cuando empezaron a llegar a la Gran Manzana, los primeros autobuses enviados desde Texas, con migrantes que habían cruzado la frontera sur.
Desde el 13 de abril de 2022 arribaron decenas de personas, que luego en agosto se convirtieron en centenares y ahora se cuentan en miles. El rumor expansivo, a través de las redes sociales, de que la Ciudad de Nueva York, tenía una norma que obligaba a dar albergue a quien lo necesitaba, se convirtió en una arrolladora “bola de nieve”, que ha traído a más de 185,000 personas. Y, también, una gran crisis.
Hoy, aunque el tono de esa crisis migratoria es más bajo, sigue palpitando en las venas de la ciudad. Y muchas de las preguntas que surgieron desde la primavera de 2022, siguen sin respuesta.
La verdad, es que centenares de personas que están cruzando la frontera sur, siguen llegando a un ritmo menos acelerado a la ciudad de Nueva York a pedir albergue. Aunque ya algunos predicen, que a menos que se aborden algunas regulaciones migratorias, a partir del próximo verano, una ola más elevada podría venir de Venezuela, (por contar solo un país) si el régimen totalitario de Nicolás Maduro, logra ratificarse en el poder, en unas controversiales elecciones del próximo mes de julio.
Luego de 730 días de los primeros indicios de esta coyuntura, el gobierno municipal sigue transitando un laberinto, para poder enfrentar financieramente este desafío, que mantiene 65,000 personas, en su mayoría con niños, en refugios municipales.
A la fecha, por lo menos $2,4 mil millones de las arcas de la Alcaldía, han sido invertidas en servicios a los recién llegados y se proyecta que en tres años, si no hay cambios, la proyección exceda los $12 mil millones.
La última medida anunciada por la municipalidad, para recortar gastos y optimizar los servicios a los migrantes, fue el detonante de una serie de críticas.
Se confirma que se está rescindiendo un contrato a DocGO, un operador de servicios para migrantes, que obtuvo un contrato de $432 millones, sin licitación, en medio de la emergencia. Esta empresa enfrentó acusaciones públicas de “maltrato, incluir personal que proporcionó a los inmigrantes documentos falsos, desperdiciar alimentos y contratar guardias de seguridad sin licencia”.
$10 menos por persona, cada noche
Por su parte, el contralor municipal, Brad Lander, dijo que le sigue preocupando los costosos contratos de emergencia, para ofrecer servicios a los migrantes e instó a “emitir una transición abierta a organizaciones sin fines de lucro, para evitar pagar a las empresas, millones más de lo necesario”.
“Seguimos preocupados en términos más generales. Nuestra reciente revisión encontró que uno de los contratistas sustitutos, Garner, era extremadamente caro”, señaló Lander.
De hecho, como confirma The New York Times, una empresa con sede en Texas, Garner Environmental Services, se hará cargo de estos servicios temporalmente, a un costo de $10 menos por persona y por noche, de lo que recibe DocGo.
Fuentes municipales dijeron a El Diario, que aunque parte de los servicios podrían ser manejados por organizaciones comunitarias, el tema de los oficiales de seguridad, en los albergues de emergencia, es lo más complicado, incluso para empresas especializadas en esta materia.
“Hemos atendido como ninguna otra ciudad del país esta crisis. En más de dos años hemos tenido respuestas rápidas e innovadoras para recibir a miles de familias. Este es un proceso sorpresivo, que ha sido manejado con absoluta transparencia”, dijo el portavoz de la Alcaldía.
“Merecen algo mejor”
En este sentido, José López, codirector ejecutivo de Make the Road New York, exigió al alcalde Adams que comience a invertir en proveedores sin fines de lucro y organizaciones comunitarias, para brindar servicios básicos de reasentamiento a los solicitantes de asilo: alimentos, servicios médicos y legales, entre otros.
“Los inmigrantes que han viajado miles de kilómetros, merecen algo mejor que otro despilfarro como el que vimos con DocGo”, acotó el activista comunitario.
La concejal republicana de Brooklyn, Inna Vernikov, compartió en su cuenta X que lo importante de recordar en este momento, es que en “205 contratos de emergencia para atender a migrantes, que ingresaron ilegalmente al país, la Ciudad ha gastado hasta ahora $2,08 mil millones, entre los cuales se encuentra un solo contrato de $432 millones con DocGo”.
La cuestionada compañía, brinda servicios a 3,600 inmigrantes en total, 1,800 en la Gran Manzana y otros 1,800 en el norte del estado, en realidad esto significa una pequeña fracción de los aproximadamente 65,000 que actualmente están bajo el cuidado municipal.
El contrato actual de DocGo expira el 5 de mayo y la Ciudad planea reemplazar la empresa con proveedores, sin fines de lucro. Esta vez, la ciudad emitirá una solicitud competitiva de propuestas para seleccionar al proveedor de reemplazo.
En este sentido, Camille Joseph-Varlack, jefe de personal de la administración de Eric Adams, aclaró en un comunicado que cortar la relación con DocGo, es parte de una medida de reducción de costos.
“Esto permitirá a la ciudad ahorrar más dinero y permitirá que otros, incluidas organizaciones sin fines de lucro y proveedores de reasentamiento reconocidos internacionalmente, soliciten realizar este trabajo”, aclaró.
Asimismo, la concejal demócrata de Manhattan, Gale Brewer comentó a medios locales que la decisión de poner fin al contrato sin licitación estaba muy atrasada: “hay mucho dinero por el desagüe”.
La predicción: vendrán más
“Aqui en los refugios todo el mundo está esperando a un familiar, a un amigo, o un vecino que viene en camino desde Venezuela. Le advertimos que aquí en Nueva York, el asunto es duro, que no hay trabajo como dicen. Y que los refugios, no son hoteles cinco estrellas. Pero muchos prefieren morir aquí intentándolo, que allá de hambre”, comentó una familia de migrantes venezolanos, alojados en el albergue Strarford Arms, de la calle 70 de Manhattan.
Incluso, la misma líder opositora venezolana María Corina Machado, alertó el pasado mes que si la dictadura de Nicolás Maduro, se impone “por la fuerza” en las elecciones, América vivirá una presión migratoria “nunca antes vista”.
“Sería la consolidación también de un sistema de mafias que ha ofrecido nuestro territorio como santuario para el cártel de Sinaloa, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la guerrilla colombiana (…) y como puerta de entrada a los regímenes de Rusia y de Irán”, aseguró.
El dato:
4,000 migrantes habían llegado a la Gran Manzana en abril de 2022, la mayoría llegaron en autobuses de Texas y de Arizona. Fueron los primeros indicios de una crisis que se declaró meses después. Muchos de los migrantes habían estado primero en Washington D.C.
Por Fernando Martínez