viernes 22 de noviembre de 2024 02:24 am
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Un gran jurado de Nueva York emitió una acusación formal contra Raad Almansoori por la muerte brutal de Denisse Oleas Arancibia en un hotel en Manhattan. El sospechoso está arrestado en Arizona por otros casos de violencia contra mujeres y su extradición ha sido pausada en rechazo a la “impunidad” en NY.

Un gran jurado de Nueva York emitió el viernes una acusación formal contra Raad Almansoori por la muerte brutal de Denisse Oleas Arancibia (38), madre ecuatoriana hallada en un hotel en Manhattan en febrero.

Almansoori, de 26 años, se encuentra en el condado Maricopa de Arizona, su estado natal, donde fue detenido y acusado por otros casos relacionados con violencia contra mujeres. También es sospechoso de ataques en Florida y Texas.

En Arizona fue acusado de dos apuñalamientos y se declaró “no culpable”. Será procesado en Arizona antes de ser extraditado a Nueva York para enfrentar los cargos de homicidio, destacó ABC News.

“Con esta acusación estamos un paso más cerca de asegurar justicia para Denisse Oleas Arancibia”, dijo ayer el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg. “Nuestros fiscales e investigadores profesionales y dedicados continuarán construyendo el caso más sólido posible y estaremos preparados para procesar a Raad Almansoori por estas horribles acusaciones cuando regrese a Nueva York”.

Cuando Almansoori fue arrestado en febrero el caso desató una disputa política entre la fiscal del condado Maricopa, la republicana Rachel Mitchell, y el demócrata Bragg.

Mitchell se negó a enviar a Almansoori a Nueva York antes de que sea juzgado en Arizona, diciendo que Bragg es demasiado blando con el crimen. “Habiendo observado el trato dado a los criminales violentos en el área de Nueva York por parte del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, es más seguro mantenerlo aquí”, dijo entonces la fiscal.

En respuesta Bragg acusó a Mitchell de usar la “política” a nombre de la justicia. “Me resulta profundamente preocupante que un miembro de mi profesión, un miembro de las fuerzas del orden, decida participar en juegos políticos en un caso de homicidio”, dijo.

En Arizona, Almansoori intentó violar y asesinar a trabajadoras sexuales además de matar a miembros de su propia familia, dijeron las autoridades.

El detective Jeremy Goebel dijo que Almansoori le describió en detalle cómo intentó matar a Oleas Arancibia después de sentir que ella le había quitado tiempo para tener sexo pagado y lo estafó. Según la supuesta confesión, intentó romperle el cuello mientras la estrangulaba, le pisoteó la cabeza varias veces y luego le puso un calcetín en el rostro en un intento de asfixiarla.

Según Goebel, Almansoori describió la muerte de Oleas Arancibia como su “primer homicidio”, ya que no sabía si las jóvenes de 18 y 22 años que admitió haber apuñalado en Arizona sobrevivieron a sus heridas. También dijo que las motivaciones detrás de sus presuntos crímenes se debieron a sus intentos fallidos de encontrar a alguien que lo amara.

“Dijo que ha estado buscando el amor toda su vida y no ha podido encontrarlo”, afirmó Goebel en el tribunal durante una audiencia probatoria en febrero. “Él había dicho numerosas veces durante mi entrevista con él que nadie lo ama. Su madre no lo ama. Su familia no lo ama. Que todos los intentos que ha hecho con el sexo opuesto no han tenido éxito”. Y luego se describió a sí mismo como “adicto al sexo”.

Almansoori también dijo a la policía que planeaba matar a su padre y a su madrastra antes de quemar su casa, pero que quería esperar hasta que su hermana estuviera fuera del área.

Dakota Johnson, defensora pública de Almansoori, señaló que a su cliente le habían diagnosticado esquizofrenia anteriormente y afirmó haber escuchado voces en el pasado, aunque Goebel dijo que le dio respuestas lógicas durante el interrogatorio.

Oleas Arancibia no tenía una profesión u oficio conocido. Vivía en Queens (NYC) con su hijo mayor, pero desde hacía aproximadamente un año se quedaba varias noches al mes en el hotel “SoHo 54” ubicado en Watts Street de Manhattan. Allí la encontraron muerta debajo de una manta junto a una plancha de ropa ensangrentada la mañana del 8 de febrero.

Murió por compresión en el cuello y traumatismo craneoencefálico contundente, según una portavoz del médico forense de la ciudad (OCME). La evidencia preliminar indicó que pudo haber tenido lugar una pelea en la habitación, pues tenía heridas en la cabeza y todo el cuerpo. Los padres de la víctima y su otro hijo de 13 años todavía viven en Guayaquil.

Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.

El Diario

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