jueves 21 de noviembre de 2024 23:45 pm
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Win Rozario había llamado al 911 para solicitar atención médica durante un episodio de crisis mental. Según la familia, los agentes dispararon seis veces contra el joven. El padre había emigrado del distrito de Gazipur hace 10 años: “Exijo justicia”. Consternación y protestas de la comunidad local.

Daca – Nueva York (AsiaNews) – Los emigrantes bangladesíes que viven en Estados Unidos han expresado su preocupación y disgusto por el trágico asesinato de Win Rozario, un joven católico, a manos de la policía. Hace dos días, la comunidad local protestó, expresando su consternación por el incidente. Gabriel Tapas Gome, ex presidente de la Asociación de Cristianos Bengalíes Expatriados, declaró a los medios de comunicación: “Vinimos a Estados Unidos en busca de una vida segura, pero la muerte de Win Rozario nos ha dejado profundamente entristecidos”.

Según familiares y miembros de la diáspora, Win Rozario, católico de 19 años, había llamado al 911 el 27 de marzo para pedir asistencia médica durante un episodio de crisis mental. A los pocos minutos, la policía de Nueva York llegó a su residencia en Ozone Park, Queens, intentando detener al joven. Rozario se resistió, según las fuentes, agitándose y blandiendo unas tijeras, y la policía respondió disparando seis tiros contra el joven. Win Rozario fue declarado muerto poco después del tiroteo, que se produjo sobre las 13.45 horas.

Francis Rozario, padre de la víctima, que emigró de Gazipur ( Bangladés) hace diez años, declaró entre lágrimas: “Mi hijo era un enfermo mental. La policía lo mató ilegalmente. Exijo justicia por su muerte”. Según su padre, Win soñaba con alistarse en el ejército estadounidense, pero sus planes se vieron frustrados por los retrasos en la obtención de la tarjeta verde de ciudadanía, que no se aprobó hasta el año pasado.

Nazmul Huda, Cónsul General de Bangladés en Nueva York, visitó a la familia Rozario para ofrecer sus condolencias y asegurarles que se ha puesto en marcha una investigación. Prometió que se tomarían todas las medidas oportunas si la investigación revelaba alguna irregularidad por parte de la policía. Según el jefe de la policía local, todo el incidente fue grabado por las cámaras que llevaban los agentes, pero las imágenes no se han hecho públicas.

El Departamento de Policía de Nueva York confiscó las armas de los agentes implicados, a la espera del resultado de la investigación. Según el jefe de policía John Chell, la madre de Rozario intervino durante la crisis, soltando las pistolas paralizantes que los agentes habían utilizado contra el joven de 19 años para calmarlo. Rozario es la tercera persona muerta por disparos de la policía de Nueva York en los últimos dos meses, y su comisaría, la 102, aún no está cubierta por el programa piloto puesto en marcha por el gobierno local, según el cual los trabajadores de salud mental intervienen junto a los agentes para responder a las peticiones de ayuda.

Por su parte, Nirmol Rozario, presidente de la Asociación Cristiana de Bangladés, con sede en Daca, expresó su profundo pesar por la tragedia y pidió justicia para Win Rozario.

Más de 2.000 cristianos bangladesíes viven en Estados Unidos y la mayoría de ellos no tienen la ciudadanía estadounidense.

Sumon Corraya

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