miércoles 27 de noviembre de 2024 21:38 pm
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Al ajedrez, ping pong o al piedra, papel o tijera. La máquina ha logrado derrotar a los humanos en todo tipo de juegos y competiciones.

El frío cálculo de la máquina contra la destreza y el ingenio humano. Aunque los juegos y deportes los hemos creado nosotros, lo cierto es que los robots y algoritmos han demostrado que son capaces que dominarlos a la perfección. Incluso campeones del mundo han tenido que rendirse ante la enorme capacidad que consiguen las máquinas. Tanto en juegos virtuales como físicos; desde deportes con balón hasta juegos de mesa.

Aquí repasamos ejemplos fascinantes de cómo la IA y los robots han conseguido ganarnos la partida. Pero no pasa nada. Todos los juegos de esta lista siguen siendo disfrutados por millones de personas. Aunque la máquina gane, nosotros seguimos disfrutando.

Ajedrez

El reinado de Stockfish o AlphaZero es indiscutible. Todo se remonta a aquel 11 de mayo de 1997. La fecha en la que Kasparov fue derrotado por Deep Blue, la potente supercomputadora creada por IBM. No fue casualidad, sino el fruto de un reto que nació en los años 50: crear un ordenador que pudiese batir al ser humano en un entorno de decisiones complejas como el ajedrez.

Go

«Incluso si me convierto en el número uno, hay una entidad que no puede ser derrotada», afirmada resignado Lee Se-Dol, el segundo mejor jugador del mundo de Go, tras enfrentarse a AlphaGo, la IA creada por Google DeepMind. En 2019 decidió retirarse tras casi tres décadas en el entorno competitivo.

Aún así, todavía hay esperanzas de derrotarla. ¿El truco? Apuntando a puntos ciegos de la IA. No consiste en jugar como lo hacemos contra otros humanos, sino anticipando el método de razonamiento de la máquina e intentando encontrar si hay posibles «bugs».

Fútbol

En el deporte rey es difícil superar a Messi, pero hay robots como ARTEMIS que son capaces de correr, saltar y jugar al fútbol con correcta precisión y potencia alta. El robot ha sido creado por el equipado Robotics & Mechanisms Laboratory de la UCLA.

El camino es largo, pero hay múltiples robots que están entrenando en esta disciplina. En algunas posiciones, como la de portero, ya han conseguido poner en apuros al mejor jugador de la historia.

Ping pong

De vez en cuando el humano gana alguna partida contra la máquina al ping pong. Por ello desde Omron ya van por la 7ª generación del FORPHEUS, su robot jugador de ping pong. La máquina no solo es mejor jugador, sino también mejor entrenador. Está capacitada para identificar nuestros movimientos, analizar posiciones y mejorar el entrenamiento de los jugadores individuales y por parejas.

Dardos

Ya en 2012 los ingenieros de la Universidad de Cornell y Chicago nos ofrecieron un brazo robótico capaz de acertar a los dardos sin problema. Desde entonces no han habido muchos más intentos por el simple hecho de que es una disciplina donde para los humanos puede tener sentido, pero para los robots y su rutinaria precisión no.

Baloncesto

Toyota CUE es el robot que juega al baloncesto mostrado en el descanso de un partido entre Francia y Estados Unidos durante los Juegos Olímpicos de Tokyo. Una precisión de tiro del 100%. En las pruebas, llegó a meter 2.020 tiros libres seguidos. Por el momento no cuenta con el salto y la agilidad para competir contra los mejores jugadores, pero sí tiene una mano digna de Stephen Curry.

Toyota CUE es el robot que juega al baloncesto mostrado en el descanso de un partido entre Francia y Estados Unidos durante los Juegos Olímpicos de Tokyo. Una precisión de tiro del 100%. En las pruebas, llegó a meter 2.020 tiros libres seguidos. Por el momento no cuenta con el salto y la agilidad para competir contra los mejores jugadores, pero sí tiene una mano digna de Stephen Curry.

Damas

En 1994, la inteligencia artificial Chinook logró derrotar al nueve veces campeón del mundo Marion Tinsley a las damas. Fueron necesarios cinco años de investigación en la Universidad de Alberta para programar esta máquina capaz de ganar a cualquier jugador humano. La hazaña de esta máquina la colocó en el libro Guinness de los Récords, como el primer algoritmo capaz de ganar un campeonato mundial.

Shogi

Pocos ejemplos más representativos de las dos culturas japonesas que Ponanza, el robot que en 2017 logró derrotar por primera vez al Meijin, uno de los rangos más prestigiosos del Shogi. El juego japonés presume de tener una complejidad hasta 100 veces mayor que el ajedrez, al tener una mayor cantidad de movimientos posibles.

Cubo de Rubik

En 2023, Max Park lo volvió a hacer. El nuevo récord del mundo del cubo de rubik de un humano es un impresionante 3,134 segundos. Una cifra brutal que fue captada perfectamente en vídeo. Aún así, está muy lejos de poder rivalizar con los 0,38 segundos que es capaz la máquina creada en 2018 por Ben Katz, estudiante del MIT.

Laberinto de canicas

Los robots han conseguido ganarnos hasta a las canicas. Es el caso del CyberRunner, un robot que es capaz de completar el clásico laberinto de canicas. Una mezcla de visión por computador y habilidad para controlar el tablero.

Póker

En 2017, Libratus demostró que podía ganar un 99,7% de las partidas de póker en las que participó. Desarrollada por el profesor Tuomas Sandholm de la Universidad Carnegie Mellon (CMU), derrotó a otros profesionales durante el torneo del Rivers Casino de Pittsburg. Una máquina que tira hasta faroles y que, obviamente, está prohibida utilizar en los torneos de póker entre humanos.

Starcraft II

Los responsables de Google DeepMind empezaron practicando con videojuegos y uno de los primeros fue Starcraft II. Su proyecto PySC2 fue publicado en código abierto y puede encontrarse en Github.

DOTA 2

Mucho antes de que se hicieran famosos por ChatGPT, OpenAI estuvo derribando barreras en todo tipo de competiciones. Una de sus obsesiones fue Dota 2, donde lograron vencer a los campeones del mundo. «Hoy en día no existe ya ningún videojuego que no sean capaces de dominar con suficiente tiempo de entrenamiento», afirmaba Sam Altman por entonces.

Risk

Martin Sonesson tiene una página web dedicada a su proyecto de crear una inteligencia artificial para jugar al Risk. Si bien, desde la ‘School of Electrical Engineering and Computer Science’ de Suecia tienen un estudio de cómo interactúa AlphaZero jugando al Risk.

Carcassonne

Crear algoritmos para vencer a juegos de mesa concretos ya se ha convertido en un trabajo típico de estudiante. Es el caso del mítico Carcassonne, donde la IA permite saber cuál es la mejor casilla para colocar una ficha. Estos algoritmos se han popularizado tanto, que suponen un problema para los que quieren evitar jugar contra tramposos.

Bolos

En 2010, Chris Barnes se enfrentó a EARL (‘Enhanced Automated Robotic Launcher’), un robot diseñado para jugar a bolos creado por el ‘International Training and Research Center’ de Arlington. En aquella ocasión el profesional de los bolos logró ganar, pero la empresa ARM Automation ha continuado mejorando el sistema y es capaz no solo de acertar, sino de aportar el spin necesario a la bola.

Curling

Investigadores de la Universidad de Corea del Sur crearon un robot, Curly, capaz de lanzar una piedra de 20 kilos y acercarla lo más posible a la diana. Lejos de quedarse ahí, enfrentaron al robot contra un equipo de alto nivel del curling y el resultado fue una victoria aplastante de tres a uno.

Hockey de mesa

Desde la Universidad de Chiba en Japón desarrollaron allá por 2013 un brazo robótico capaz de ganar al hockey de mesa. Un brazo con cuatro ejes, dos cámaras de alta velocidad y un ordenador. Un seguimiento a 500 fps que a la práctica permite al robot ver al humano como si jugase a cámara lenta.

Piedra, papel o tijera

Pocos juegos más sencillos hay que el piedra, papel o tijera. Tres opciones. Y unas reglas muy claras. No hace falta la IA más avanzada para entender el juego. Parece que es pura suerte o intuición de cómo va a comportarse el otro. Pero aquí la máquina no debería tener ninguna ventaja… o sí. Hay truco: no es cuestión de táctica, sino de rapidez.

Enrique Pérez

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