La reciente serie de ataques coordinados en el estado de Plateau, Nigeria, ha dejado 113 muertos y más de 300 heridos, mientras las autoridades y comunidades se enfrentan a una escalada de violencia en medio de tensiones étnicas y religiosas.
Las autoridades han informado de un aumento en las víctimas luego de una serie de ataques coordinados en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria, y el número de muertos asciende ahora a 113.
Más de 20 comunidades fueron atacadas en una devastadora ola de violencia que se extendió desde el sábado por la noche hasta el lunes, según la agencia France 24.
Los brutales ataques, presuntamente perpetrados por bandidos armados, han dejado un rastro de destrucción y cientos de heridos, abrumando los hospitales locales y exacerbando una situación ya tensa en la región conocida por sus divisiones étnicas y religiosas.
Nigeria: Respuesta del gobierno y protesta local
A raíz de los ataques, el gobernador del estado de Plateau, Caleb Muftwang, y otros funcionarios condenaron la violencia y calificaron los actos de “estúpidos, sin sentido y no provocados“.
A pesar de la afirmación del gobernador de que “estos ataques no quebrantarán el espíritu de la gente”, hay una sensación palpable de miedo e ira entre las comunidades afectadas, según información de EFE.
Las fuerzas de seguridad han sido criticadas por su lenta respuesta debido al difícil terreno, y hay llamados urgentes para que detengan y lleven a los perpetradores ante la justicia. Mientras tanto, los líderes comunitarios y las organizaciones de la sociedad civil exigen medidas inmediatas y efectivas para poner fin al ciclo de violencia.
El presidente de la Coalición de Nacionalidades Étnicas de Jóvenes de Plateau, Paul Dakete, confirmó a EFE el ataque en Mushu, tal y como había hecho el Ejército, cifrando ambos la cifra de víctimas mortales en 16.
“Puedo confirmar la muerte de 16 personas después de que hombres armados atacaran la aldea de Mushu en el área de gobierno local de Bokkos el sábado por la noche”, declaró hoy a EFE Dakete.
“Los aldeanos estaban dormidos cuando los hombres armados los atacaron en sus casas, acabando con su vida”, señaló el presidente de esa organización de la sociedad civil.
Plateau: foco de tensiones étnicas
El estado de Plateau, una región situada en la línea divisoria entre el norte mayoritariamente musulmán de Nigeria y el sur predominantemente cristiano, ha sido un foco de tensiones étnicas y religiosas durante años.
Los recientes ataques han puesto de relieve la lucha actual por el uso de la tierra y los escasos recursos entre las comunidades agrícolas locales y los pastores Fulani. Esta zona, junto con otras partes del centro y noroeste de Nigeria, también está plagada de actividades de “bandidos”, bandas criminales que participan en ataques masivos y secuestros para pedir rescate, lo que complica aún más la situación de seguridad y profundiza las divisiones.
La escalada de violencia en el estado de Plateau, Nigeria, no solo ha resultado en una importante pérdida de vidas, sino que también ha puesto en primer plano los profundamente arraigados conflictos étnicos, religiosos y de recursos que asolan la región.
A medida que el número de muertos aumenta a 113, la respuesta del gobierno, la resiliencia de la comunidad y la necesidad urgente de una solución duradera son más críticos que nunca.
El Diario
