Más de 160 organizaciones y defensores de los reclusos de la Gran Manzana enviaron una carta a la presidenta del órgano legislativo de la Ciudad para que den luz verde a una ley que limitaría el aislamiento de internos a máximo 4 horas, y buscar acciones alternativas para manejar situaciones de reclusos violentos.
Apesar de que el Estado de Nueva York aprobó una ley que prohíbe el confinamiento solitario de reclusos en calabozos por largos períodos de tiempo, las unidades carcelarias de la Gran Manzana están dejando la orden en letra muerta, pues a diario, en penales como Rikers Island, guardias penitenciarios ponen a internos que alteran el orden bajo lo que llaman “albergue restrictivo”, figura que defensores de neoyorquinos privados de la libertad urgen termine por completo.
Y arreciando en su exigencia, líderes comunitarios y más de 160 organizaciones hicieron un llamado al Concejo Municipal para que apruebe un proyecto de ley que cursa en el órgano legislativo de la Ciudad para que de una vez por todas se ponga fin al confinamiento solitario y se detenga lo que denuncian como actos de tortura, en los que incluso han muerto reclusos.
Los defensores de los derechos de los internos enviaron una carta a la presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, donde agradecieron el respaldo que la líder política y la mayoría de legisladores le ha dado a la pieza legislativa contra el confinamiento solitario y pidieron que se de luz verde de inmediato.
“En las cárceles de la ciudad, debemos poner fin a la práctica cruel e inhumana del confinamiento solitario, que puede causar un trauma irreparable y de por vida”, afirmaron los defensores del proyecto, quienes critican a las autoridades carcelarias de la Gran Manzana por seguir usando esa práctica “con nombres diferentes, consecuencias devastadoras y mortales”.
Según datos de los firmantes de la misiva enviada a la cabeza del Concejo Municipal, el confinamiento solitario además afecta de manera desproporcionada a reclusos latinos y negros, en una clara muestra de injusticia racial, pues más del 90% de los hechos de confinamiento solitario se aplican a esos dos grupos.
Akeem Browder, director de la Fundación Kalief Browder y hermano de recluso fallecido en prisión Kalief Browder, quien también vivió en carne propia las consecuencias del confinamiento solitario, hizo un llamado al Concejo Municipal para que haga su parte en la protección de los derechos de los internos neoyorquinos.
“Los horrores de Rikers y las cárceles de Nueva York continúan: hemos visto lo mismo desde que fui encarcelado hasta el día de hoy. La corrupcion. La destrucción y la degradación humana. Mi horror comenzó cuando fui encarcelado y terminé cuando mi madre murió de un ataque cardíaco por lo que le sucedió a su hijo”, dijo el exrecluso y activista. “No importa que le cambien el nombre, sigue siendo confinamiento solitario. Nueva York ha seguido prometiendo terminar con el confinamiento solitario, pero no ha estado a la altura de su promesa”.
Anisah Sabur, organizadora de la campaña #Haltsolitario pidió a la Legislatura Municipal que escuche a los neoyorquinos, que apoyan d emanera amplia poner fin al confinamiento solitario en las cárceles de la ciudad.
“Hay más de 160 organizaciones comunitarias, una supermayoría a prueba de vetos de miembros del concejo, toda la delegación de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de Nueva York, y la Presidente del Concejo, Adrienne Adams, pidiendo la aprobación de la introducción 549, ahora es el momento de poner fin a la práctica del confinamiento solitario en las cárceles de nuestra ciudad de una vez por todas”, dijo la líder comunitaria.
Los defensores del trato digno a los reclusos manifestaron que el confinamiento solitario es una manera que usan las autoridades para torturar a los presos, dejando daños devastadores físicos y mentales como enfermedades cardíacas, ansiedad, depresión y psicosis, secuelas que quedan incluso después de recuperar la libertad y que pueden desencadenar actos de suicidio, violencia y sobredosis.
“Mi hijo, Brandon Rodríguez, falleció el 10 de agosto de 2021 en confinamiento solitario. Es imperativo que se pase la introducción 549. Han pasado dos años y han sido los peores dos años de mi vida. Este proyecto de ley ha estado listo durante mucho tiempo. Ya es hora“, aseguró Tamara Carter, cuyo hijo murió en confinamiento solitario en una ducha en Rikers Island. “El confinamiento solitario es cruel. Las jaulas en duchas son crueles. Estoy lastimada. Esto debe detenerse. Tenemos que seguir luchando porque todavía hay personas que sufren en este momento”.
El proyecto de ley pondría fin al confinamiento solitario, en todas sus formas y nombres, y solo permitiría un máximo de cuatro horas para separar a un interno en solitario en una celda de emergencia con el fin de reducir tensiones cuando participa en actos de violencia. Después de ese período serían separadas de la población general del penal en unidades alternativas que no pongan en riesgo la salud física y mental de los internos ni la seguridad de todos.
“El confinamiento solitario también empeora la seguridad de todos, al provocar que las personas se deterioren y hace que sea más probable, no menos, que una persona incurra en conductas dañinas. La evidencia muestra que lo opuesto al confinamiento solitario –utilizar formas alternativas de separación que implican días completos de programación y participación grupal fuera de la celda– en realidad funciona mejor para mejorar la seguridad, así como la salud y el bienestar de todos”, recalcó la carta enviada a la presidenta del Concejo Municipal.
Por Edwin Martínez