Un joven detenido en Arizona como sospechoso de atacar a una mujer ha sido identificado como el posible hombre buscado por NYPD en el caso de la madre ecuatoriana hallada brutalmente muerta en un hotel en Manhattan.
Tras ser detenido en Arizona como sospechoso de atacar a una mujer, Raad Almansoori fue identificado como el hombre que NYPD buscaba por la muerte de la madre Denisse Oleas Arancibia, hallada brutalmente golpeada en la habitación de un hotel en Manhattan.
Almansoori, de 26 años, será interrogado por la policía de Nueva York, pero al momento no ha sido acusado por la muerte de la madre ecuatoriana. Las autoridades también lo están investigando por incidentes similares de violencia contra mujeres en Arizona, Texas y Florida, dijeron las fuentes al New York Post.
Oleas Arancibia, de 38 años, no tenía una profesión u oficio conocido. Vivía en Queens, pero desde hace aproximadamente un año se quedaba varias noches al mes en el hotel “SoHo 54” ubicado en Watts Street. Allí la encontraron muerta debajo de una manta junto a una plancha de ropa ensangrentada la mañana del 8 de febrero.
El día antes de su muerte, la ecuatoriana llegó al hotel usando unos pantalones de malla que luego no fueron encontrados en la habitación junto a su cuerpo. Curiosamente, un hombre fue captado en cámara de vigilancia saliendo del hotel luciendo esos mismos pantalones, considerados una pieza de mujer. La policía sospecha que se cambió de ropa porque la suya estaba muy manchada con la sangre de su posible víctima. Ese individuo parece ser Almansoori.
Oleas Arancibia tenía fragmentos de plástico incrustados en su cabeza, una indicación de la violencia que soportó, comentó el jefe de detectives de la policía de Nueva York, Joseph Kenny.
Murió por compresión en el cuello y traumatismo craneoencefálico contundente (OCME), según una portavoz del médico forense de la ciudad, por lo que el caso ha sido declarado homicidio. La evidencia preliminar indicó que pudo haber tenido lugar una pelea en la habitación y la víctima tenía heridas en la cabeza y todo el cuerpo.
La policía fue alertada de la desaparición de Oleas Arancibia cuando su hijo presentó un informe porque no regresó a casa, de donde había salido el miércoles 7 de febrero.
“Tenemos un video de la mujer que llega al lugar con un par de mallas distintivo. Y más tarde, tenemos a un hombre que sale del hotel con las mismas mallas. Y también tenemos un par de pantalones masculinos en la habitación del hotel”, dijo el jefe de detectives Kenny.
Además reveló que los investigadores habían podido rastrear los movimientos del sospechoso a través de la tarjeta de crédito de la víctima y su MetroCard, que él supuestamente robó y estuvo usando.
Oleas Arancibia se hospedaba periódicamente en el hotel, aunque vivía en la ciudad. Se sospecha que era una trabajadora sexual, algo que su familia al parecer desconocía. Su hijo mayor, Edwin Cevallos, que vivía con ella en Jackson Heights, dijo a los investigadores que su madre trabajaba en Manhattan para un hombre no identificado.
Los padres de Oleas Arancibia y su otro hijo de 13 años todavía viven en Guayaquil. “Ella quería una vida mejor porque en Ecuador hay mucha gente mala. Era muy peligroso”, dijo Cevallos (18) entre lágrimas días antes. “Ella nos dio la vida que siempre quisimos… Siempre estuvo trabajando para nosotros para darnos la mejor vida en este país… Siempre tenía dinero para cubrir cualquier cosa en la casa. No le debía dinero a nadie”.
El Diario