Fanáticos del fútbol aseguran que pasará mucho tiempo antes que la edición femenina del torneo de la FIFA se equipare al masculino en cuanto audiencias.
Sin la misma emoción que despierta naturalmente la mayoría de los deportes en la Gran Manzana, sin locales comerciales decorados con banderas, sin mayores promociones de ofertas en los restaurantes hispanos, para disfrutar en pantalla gigante los juegos, transcurre en la ciudad de Nueva York la Copa Mundial Femenina de la FIFA que está en marcha en Australia y Nueva Zelanda.
Pero, en comparación con torneos anteriores, en donde estos encuentros pasaban prácticamente desapercibidos, en esta edición que arrancó el pasado 20 de julio y termina el 20 de agosto, este evento global empieza a despertar un poco de más interés en las comunidades de inmigrantes, especialmente con las selecciones femeninas de Colombia, Costa Rica, Argentina, Brasil, Panamá y Estados Unidos en la cancha.
El colombiano Santiago Maya, encargado del bar restaurante ‘Basurero’ en la calle Steinway en Astoria, uno de los sitios más populares entre las comunidades latinas fanáticas de espectáculos deportivos, asegura que sus paisanos han mostrado mucho interés por apoyar al equipo de las colombianas.
“Como el primer juego fue a las 10 de la noche, sí se llenó de fanáticos del fútbol y por supuesto de colombiano. Hay un apoyo creciente a nuestra selección de mujeres. Hubo mucha emoción cuando debutó nuestro equipo. El problema con los otros juegos en donde han participado equipos latinoamericanos, es que han sido a las cinco de la mañana, entonces es muy complicado para muchos seguirlos”, comentó Santiago.
El triunfo de Colombia, dos goles por cero, frente al equipo de Corea del Sur en la primera ronda encendió los ánimos en un partido donde Linda Caicedo, sobreviviente de cáncer, inspiró nuevamente a la afición anotando el segundo gol. El primer gol fue anotado por Catalina Usme en un penalti.
“Ahora esperamos el juego de las colombianas con Alemania este fin de semana (domingo). A mí sí me emociona ver a esas mujeres jugando profesionalmente. Obviamente es un deporte que nació entre hombres, como muchas actividades, pero todo va cambiando. Llegará un momento en que la gente espere con la misma emoción este mundial. Las nuestras son una ‘berracas’ (aguerridas)”, dice el barranquillero Miguel Cifuentes, fanático del ‘deporte rey’.
“No le dan bolas”
Por su parte, Francisco Pérez del Restaurante ‘Boca Junior’, uno de los locales de encuentro de los apasionados del fútbol en Nueva York, especialmente los seguidores de la selección argentina, fue enfático al advertir que el mundial femenino no despierta el menor interés.
“No le dan ni bola (no le prestan atención). Quizás este tipo de torneo es muy fuerte en Suecia y otros países europeos. El otro problema de los juegos de este año, es que muchos son en la madrugada. Muy pocos van a seguir un juego a las cuatro o cinco de la mañana”, destacó.
En la opinión del poblano Carlos Castañeda otro seguidor de todos los campeonatos de fútbol, no solo las copas mundialistas, el hecho que México no esté en el cuadro de los grupos participantes le quita a una ciudad como Nueva York, gran parte del interés de los grandes fanáticos de estos encuentros.
“No es machismo. Pero en general la gente ni se entera que hay un mundial de fútbol femenino porque hay tradiciones difíciles de romper. Pasarán muchos años para que la emoción sea la misma. Sé que hay grandes jugadoras. Que ha evolucionado mucho la participación de la mujer en todo, en el basketball, en el baseball, en todo”.
Carlos recuerda el pasado Mundial de Fútbol Masculino 2022, que se celebró en Qatar. En la Avenida Roosevelt de Queens cuando jugaba México, Brasil, Ecuador o Argentina todo se paralizaba. Los comerciantes ambulantes ponían televisores en las calles. Los comercios ofrecían descuentos especiales para que la gente disfrutara del juego.
“Ahora esto apenas se menciona. Pero ya llegará el momento en que despierte la misma algarabía. En mi caso: ¡Yo voy a Estados Unidos!”.
Una gran brecha en la cancha
Lo que pasa con el interés alrededor del fútbol femenino en Nueva York, pasa en varios “terrenos de juego”, que describen las grandes brechas entre hombres y mujeres, no solo en el deporte.
Con base a cifras compartidas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aunque la industria futbolística genera más de 500,000 millones de dólares cada año, un 49% de las jugadoras de esta disciplina no reciben un salario. “Y un 87% finalizará su carrera antes de los 25 años, por la baja o nula remuneración”.
“Ni siquiera las mejores jugadoras quedan exentas de jugar en un campo disparejo. Mientras Lionel Messi recibe 130 millones de euros al año, Ada Hegerberg , la mejor jugadora del mundo según la FIFA, recibe 400.000 euros al año. Un sueldo 325 veces menor al del argentino”, destaca un reporte del BID.
Hay varias anécdotas sobre la falta de equidad entre hombres y mujeres en esta disciplina deportiva. Por ejemplo en 2012, el equipo Santos de Brasil eliminó la rama femenina, solo para cubrir el sueldo de Neymar y retrasar su venta al FC Barcelona.
